Notas sobre un conflicto desgarrador
He de reconocer que el conflicto interno en la coalición Sumar me desgarra. Pienso que igual le sucede a mucha gente de buena fe que desearía que este tipo de disputas, tan recurrentes en la izquierda transformadora, no sucedieran o al menos se resolvieran de una forma civilizada, sin los efectos destructivos que siempre acaban teniendo, para regocijo de adversarios y enemigos.
Me aburre hablar de las cuitas internas de las organizaciones, que poco importan a la mayoría de la gente. No obstante, por si a alguien interesan, dejo mis reflexiones en forma de notas.
1. Cuando los conflictos se alargan en el tiempo llega a olvidarse cómo fue el origen y cada parte intenta hacer valer su propio relato aferrándose a las anécdotas y agravios recibidos de la otra, obviando que se trata más de consecuencias que de causas.
2. Los conflictos tienen vida propia, causas y efectos determinados, pero las características psicológicas de los contendientes influyen en la forma en que se desarrollan.
3. Yolanda Díaz ha hecho una excelente gestión en el Ministerio de Trabajo. A pesar de las enormes dificultades y limitaciones del escenario. Esta gestión, su forma de comunicar y que los focos mediáticos negativos estuvieran centrados en Podemos, le han granjeado una imagen pública positiva, que la convirtió en buen cartel electoral y la situaron en una posición inmejorable para liderar el espacio común.
4. El relato que se transmite de este conflicto es el del enfrentamiento entre un grupo de partidos unidos en torno a Yolanda Díaz y la dirección de Podemos.
5. La parte de Yolanda Díaz cuenta claramente con el apoyo mucha gente que desea la unidad y de la mayor parte de la opinión publicada, mientras que la de Podemos solo cuenta con sus más fervorosos fieles y Canal Red.
6. Yolanda Díaz fue propuesta por Pablo Iglesias para liderar el espacio. Ambos han reconocido que fue un error pero Yolanda Díaz no rehusó ni renunció a esa designación, ni la legitimó en unas primarias.
7. A estas alturas es claro que Yolanda Díaz tuvo una actitud cuanto menos distante respecto de las dirigentes de Podemos. La puesta en marcha de su nuevo proyecto, en Valencia, en noviembre de 2021, ya lo evidenciaba. A partir de entonces las distancias solo fueron en aumento.
8. Contrariamente a lo que se dice Errejón no fue “depurado” por Pablo Iglesias. A pesar de perder el congreso Vistalegre II (2018), fue designado como candidato a la Comunidad de Madrid y durante dos años contó con visibilidad y un importante equipo de apoyo facilitado por Podemos. Pero acabó utilizando esa posición para formar un nuevo partido y presentarse con él a aquellas elecciones.
9. A la vez que Pablo Iglesias negociando con Pedro Sánchez un posible acuerdo de coalición (2019), Alberto Garzón (IU), afirmaba públicamente que era mejor investir a Sánchez pero sin entrar en el gobierno. Luego no dudó en ocupar su ministerio. ¿Qué se recordará del paso de Garzón por el ministerio de Consumo?
10. Podemos se construyó desde la calle y las redes sociales. Sumar se ha edificado desde el Ministerio de Trabajo.
11. Resulta inexplicable que tras dos años desde el anuncio de la puesta en marcha de Sumar no se configurara para las elecciones municipales y autonómicas y sí para las generales, dos meses después. Complicado justificar que en las primeras los socios compitieran entre sí y con Yolanda Díaz haciendo equilibrios apoyando a unos u otros según cada caso.
12. Se impuso como un lugar común hablar del hiperliderazgo de Pablo Iglesias pero nadie habla de la forma en que Yolanda Díaz ejerce el suyo.
13. En el grupo parlamentario de Unidas Podemos hubo portavoces corales, sin vetos. En el de Sumar se ha excluido de cualquier portavocía y visibilidad real a las parlamentarias de Podemos.
14. Entre los ministros de Unidas Podemos cada partido designó a los suyos. En Sumar ha sido igual, salvo con Podemos. Irene Montero ha hecho una excelente gestión, contra viento y marea. Su modelo de poner en el centro el consentimiento está reconocida en Europa como un referente, incluida la derecha moderada y la propia Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. El feminismo y la igualdad son valores esenciales en estos tiempos de falsedades y crispación. Ha sido víctima de una persecución feroz. Con ella no se está aplicando el lema feminista de “nos tocan a una nos tocan a todas”. Se le ha abandonado injustamente.
15. La propuesta de Yolanda Díaz de que el ministro de Podemos fuese Nacho Álvarez ha sido una jugada cruel con el propio Álvarez, una persona muy valiosa a la que se ha sacrificado inútilmente. Se filtró la propuesta conociendo que en ese momento era imposible que Podemos aceptara esa imposición. Lo incomprensible es que él se haya dejado utilizar de ese modo. Si Yolanda Díaz quería que fuese ministro podría haberlo designado directamente.
16. Podemos puede pensar que los partidos integrados en Sumar, incluida Yolanda Díaz, deben su posición a haber estado aliados con Podemos. Posiblemente juzguen como ingratitud que aquellos estén pretendiendo aprovechar la debilidad de Podemos para ocupar el espacio, olvidando que su postración viene fundamentalmente de la cacería y persecución política organizada, coordinada y sostenida durante años por fuerzas muy poderosas, económicas, mediáticas, judiciales (lawfare), la mal denominada “policía patriótica”... Unas prácticas que son inaceptables, incluso delictivas, y que ponen en cuestión las propias bases de la democracia.
17. Podemos ha cometido serios errores. No ha sabido preparar el partido para poder hacer frente y resistir esos envites. Tampoco debería pensar el futuro en clave de méritos del pasado, ni de resentimiento. Mirar hacia atrás solo conduce a la melancolía. Ahora solo cabe pensar en clave de futuro, con inteligencia y generosidad.
18. Hoy por hoy, Sumar tampoco ha sido capaz de hacer realidad las expectativas y compromisos iniciales. Yolanda Díaz prometió hace dos años que su proyecto iría más allá de los partidos políticos, que sería un instrumento de integración de la sociedad civil. La realidad es que no ha pasado de ser una mera coalición negociada en los despachos y a última hora. Ha acumulado muchas siglas pero con un pegamento endeble. Y aún así aún no aglutina lo que Podemos fue capaz de unir en 2016.
19. Me temo que de no producirse un giro el conflicto avanza hacia un desenlace de ruptura. Salvo que los principales protagonistas sean capaces de un momento de lucidez y reconduzcan la situación. Si hay ruptura nadie saldrá beneficiado. No habrá más que victorias pírricas. Será un fracaso. Y estoy seguro que tras la estrepitosa derrota se comenzará a pensar de nuevo en la unidad. Tiempo perdido. Inmenso daño. Mejor evitarlo.
20. La unidad es un valor si se sabe con quién construirla, para qué y cómo hacerla. La gente común progresista y de izquierdas, que quiere cambios reales, la anhela y la reclama pero no acaba de comprender lo que sucede. No sobra nadie, aún falta más gente. Y para sumarla es necesario construir espacios amables en los que se pueda gestionar satisfactoriamente la pluralidad, en base a consensos sobre las cuestiones esenciales, libertad, derechos, justicia, democracia, paz...
21. La realidad es muy complicada. Las amenazas e incertidumbres que se vislumbran no son halagüeñas. La extrema derecha avanza y contagia cada vez a más gente, con el riesgo para los derechos y las libertades que eso supone. La izquierda y los progresistas no se pueden permitir ser irresponsables.
22. La solución deberían darla las bases, reclamando sensatez y diálogo. Decía J. C. Monedero que para empezar habría que partir de que cada cual pensara que el otro podría tener algún tipo de razón. En filosofía y en ciencia la duda es el origen de todos los avances. Desgraciadamente en política predominan casi siempre las certezas absolutas y las exclusiones.
Se hace preciso abrir espacios de acercamiento y diálogo que permitan generar dinámicas de confianza. No es tiempo de hoolligans, ni de intereses pequeños. Nos necesitamos todas/todos. Juntos/juntas.
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