martes 19 marzo
Opinión  |   |

Píldoras de realidad

Creo que es un lugar común pensar que en demasiadas ocasiones el discurso de los políticos transcurre por unos derroteros distintos a la realidad que percibe la gente en general. Siendo benévolos se podría decir que viven en una realidad paralela Tiene esto mucho que ver con el intento de imponer un relato favorable para sus tesis y sus prácticas.

Hay mucho de teatro en la política y no siempre del bueno. Demasiado disimulo, demasiada niebla y ruido, que pueden confundir o desviar la atención sobre lo importante. Estas últimas semanas en el Ayuntamiento de Granada se han producido algunos hechos que considero relevantes pero que no han tenido el eco que a mi juicio merecen.
Periodo Medio de Pago a Proveedores

Hace poco tiempo el concejal de Economía, Luis González (PP), presumía en los medios de comunicación de que se había bajado sustancialmente el PMP. Lástima que la realidad posterior le haya hecho el feo de contradecirle de forma muy dolorosa. Junio ha cerrado con 214 días de tiempo medio de pago de facturas a los proveedores del Ayuntamiento. Más de siete meses. Nadie del equipo de gobierno ha dicho nada al respecto. Si sólo hiciésemos caso a la propaganda selectiva podría parecernos que de tanto bajar este PMP estaría ya por debajo de cero, algo así como si el Ayuntamiento pagara las facturas antes de que éstas fuesen presentadas en el registro municipal.
Comisión de Control de los grandes Contratos

Esta Comisión se creó en diciembre. Sin embargo no se ha reunido por primera vez hasta el 20 de julio. Y solo tras la petición del grupo municipal de Podemos-IU-Independientes. Siete meses en blanco para abordar el problema de los grandes contratos municipales que nos cuestan a los granadinos mas de cien millones al año. Nada más y nada menos. Sobre el grotesco espectáculo que dieron en su momento el portavoz de VOX y el alcalde, Luis Salvador, exigiendo el primero la presidencia de la comisión, otorgándosela el segundo y finalmente renunciando el primero, antes siquiera de tomar posesión, mejor no insistir porque nos entra la risa tonta.

Esa primera reunión resultó fallida. ¿Causa? la ausencia de la Directora General de Contratación, que no asistió a pesar de formar parte de ella y estar convocada. Lo peor de todo es que nadie sabía explicar su ausencia. Ni siquiera el Alcalde que perplejo decidió levantar la reunión y convocar para el 28 de julio con el mismo orden del día. Al día siguiente el Teniente de Alcalde de Contratación, Sebastián Pérez (PP) reconoció que fue él mismo quien le dio la orden a la Directora General de que no acudiese a la reunión. Sabotaje en toda regla. Fuego amigo que diría alguien. El peor de los fuegos. El grupo de gobierno (PP-Cs) se hace oposición a sí mismo. La prensa se hizo eco de tan grotesco espectáculo.

Sorpresa, un concejal del PSOE declara que esta Comisión no tiene carácter político. Y para el gobierno municipal el contrato del Servicio de Ayuda a Domicilio, que supera los 13 millones anuales, no se considera un gran contrato. Acabáramos.

Mientras tanto este contrato lleva excedido de tiempo, en prórroga forzosa, siete meses. Por la incapacidad del gobierno municipal de elaborar unos pliegos acordes a la ley. Y tras un pronunciamiento demoledor del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales del propio Ayuntamiento, que anuló los anteriores pliegos por falta de estudio económico y por plantear dos precios distintos para un mismo servicio.

Ya antes de la pandemia se reconocía por el equipo de gobierno la imposibilidad de llegar a tiempo de adjudicar un nuevo contrato para los servicios de recogida de residuos y limpieza viaria antes de que venciera el de Inagra. Esperpéntico que tras 50 años de contrato ahora lleguemos tarde a la renovación. Habrá que prorrogarlo de forma forzosa y seguir pagando lo que todo el mundo considera un contrato excesivamente costoso.

Cara de póker pusieron algunos concejales del gobierno municipal ante la propuesta de Antonio Cambril (Podemos-IU) para que en los expedientes de estos contratos se incluyese también el estudio económico de la posible gestión directa de los mismos. Lo único que se pide es que se hagan los dos estudios (gestión directa e indirecta), de forma solvente, se comparen y se decida en consecuencia pensando en lo mejor para la ciudad. Se ha llegado de forma tan acrítica a dar por hecho que la gestión indirecta (externalización) de los servicios siempre es mejor que se da por innecesario algo tan simple como “echar números”. Para algunos políticos defender lo que dice la ley suena a chino. Porque la Ley de Contratos del Sector Público, en su artículo 30, afirma que “la prestación de servicios se realizará normalmente por la propia Administración por sus propios medios.

Curiosamente el 19 de marzo, en pleno Estado de Alarma, el Ayuntamiento de Málaga, presidido por el alcalde (bolivariano él) Francisco de la Torre (PP), acordó la municipalización de la recogida de residuos y la limpieza viaria (que anteriormente realizaba LIMASA, la equivalente a INAGRA). A ver qué dicen a esto sus “camaradas” granadinos.

Pero de todo esto hablaremos en septiembre.

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Columnista
Miguel Martín Velázquez

Portavoz de Podemos Granada

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