“Armilla es más que el Nevada, tenemos las mismas esperanzas en él que en el Metro”
El alcalde de Armilla, Gerardo Sánchez (PSOE), asegura que desde que regresó nuevamente a la Alcaldía, “la crispación que vivía el pueblo bajo el mandato de Antonio Ayllón se ha terminado”
Gerardo Sánchez, alcalde de Armilla (PSOE) en su despacho del Ayuntamiento de la localidad. Foto: Álex Cámara
Al entrar, la vista recorre sin querer tres de las cuatro paredes del espacio. Un paseo de 360 grados para conocer el lugar desde otra perspectiva, desde esa a la que muy pocos están acostumbrados. Un rincón que, bajo el imperio de los verdes arbolados y los marrones más terrenales, dan aire, luz y alma a una habitación cuyo trajín diario la convierten en una de las salas más concurridas . Una imagen que acota el espacio de trabajo del alcalde de Armilla, Gerardo Sánchez (PSOE), quien a sus 49 años, y Arquitecto Técnico de profesión, cumplirá seis al frente del municipio al término de esta legislatura con el “firme propósito de hacer de la ciudad, una de las más importantes de la provincia de Granada”.
Pregunta.- Qué es Armilla para Gerardo Sánchez
Respuesta.- Un entorno en el que desarrolla su vida y al que tiene mucho cariño. Obviamente, también existen problemas pero se anteponen las ventajas que hacen que sea una de las localidades de la provincia de Granada con mejor calidad de vida. Un lugar donde se vive bien, como lo acreditan las personas que de otros municipios se han venido aquí. No obstante, hay carencias que debemos mejorar como el transporte público. Estamos a la espera de la llegada del Metro, algo que llevamos mucho tiempo esperando y que necesitamos porque no es razonable que en Armilla haya 2,6 vehículos por hogar, no es lógico. No hay red viaria ni aparcamientos que soporten eso. Tenemos que seguir mejorando los servicios públicos, deben ser de calidad. A esto hay que añadir el problema del crecimiento de la ciudad. Afortunadamente, la Junta ha anunciado la ampliación de un colegio, lo que hace que podamos respirar un poco en cuanto a plazas escolares. Se está produciendo un aumento en la demanda escolar porque muchas familias que tenían a los niños en centros de Granada y han vuelto a la localidad debido a los problemas económicos derivados de la crisis.
PERFIL | Una etapa pasajera
A las puertas de cumplir los 50 años, Gerardo Sánchez se confiesa un vecino más de un pueblo al que "adora". "Ser alcalde ocupa mucho y serlo del pueblo donde vives, más aún. Por encima de esto hay vida, soy un vecino más con sus aficiones, con su familia y todo lo que cualquier persona normal tiene, con los mismos problemas que otro. Porque ocupemos una responsabilidad durante un tiempo, no somos personas excepcionales o interesantes, somos vulgares y normales solo que la vida y los ciudadanos nos ha llevado a esta situación", cuenta Sánchez entre sonrisas. Funcionario del Ayuntamiento de Granada, estudió Arquitectura Técnica, pero acabó trabajando en el área de Deportes del Consistorio granadino donde conserva su puesto. "Esto de ser alcalde es complicado en estos tiempos, con denuncias y demás porque ni mis hijos, ni mis padres, ni mis hermanos están vinculados a la política y no entienden este tipo de situaciones y las sufren especialmente. Mis hijos quieren ser jóvenes normales, ya que a veces se han sentido señalados porque su padre es el alcalde" comenta.
P.- De un tiempo a esta parte, Armilla se ha reducido a la polémica del Centro Comercial Nevada…
R.- Armilla es mucho más que el Centro Comercial Nevada. Armilla ha vivido con ese problema durante 12 años y este pueblo ha seguido creciendo, mejorando lo que ofrecía a los ciudadanos, se ha producido el desarrollo del PTS, hemos visto cómo se ha llenado de empresas; hay que recordar que, mientras ha estado vigente la polémica del Nevada, Armilla se ha convertido en uno de los municipios de España con más centros de investigación. Concretamente tiene cuatro. Es verdad que el Nevada ha copado la atención de los medios de comunicación, pero es algo más del municipio, muy importante por lo que significa respecto a puestos de trabajo, pero nada más. Es uno de los centros comerciales más grandes de la Comunidad Autónoma, muy determinante en la organización del comercio no solo en Granada, sino también en Andalucía Oriental, ya que es un gran número de puestos de trabajo y no se puede perder la perspectiva de qué características van a tener esos empleos, dirigidos a un sector muy determinado de la población como son los jóvenes. Va a generar riqueza pero, como decía, es algo más. Las mismas esperanzas que tenemos en este centro, también las tenemos en la apertura del Metro, que debe conseguir el desplazamiento de la gente a Armilla para hacer sus compras. Y la misma esperanza tenemos en la apertura de las facultades del Hospital que están justo en el límite con este pueblo y pueden propiciar un tirón económico importante.
El Centro Comercial Nevada es un proyecto privado, con un promotor que se la juega y es el que toma las decisiones. Ese promotor está adelantando que los ritmos van bien, que la posibilidad de abrir antes de Semana Santa es bastante posible y nosotros estamos trabajando en paralelo para que el Nevada genere los mínimos problemas en el municipio, sobre todo, en lo que son accesos y tráfico en las grandes rondas –Circunvalación y Ronda Sur de Granada-. Ahora mismo se está trabajando en ese proyecto y tendrá que ser supervisado por el Ministerio de Fomento que es el propietario de la autovía. Por otro lado, estamos pendientes de que las empresas que se van a instalar, pidan licencia de actividad y que vayamos realizando pactos para que los desempleados de Armilla puedan trabajar aquí. Entre tres y cuatro mil puestos de trabajo se estiman, pero habrá que ver cuántos son de nueva creación porque estas empresas vienen con una estructura y lo que hacen es complementarla. Los que sean, vamos a intentar que tengan preferencia los desempleados de Armilla.
P.-Una moción de censura ante el juez, ¿tanto vale la pena Armilla para llevarla a cabo?
R.- Se produjeron unas elecciones municipales que dieron como vencedor al PSOE, cuya cabeza de lista era yo, y se produjo un pacto de tres fuerzas políticas –PP, Independiente de Armilla y UPyD-. Ante una situación de ingobernabilidad, los ganadores de las elecciones decidimos presentar una moción de censura utilizando las armas que el Estado de Derecho nos proporciona y, sobre todo, con la legitimidad que nos daba el haber sido el ganador de las Elecciones Municipales. Ha valido la pena, el pueblo está mejor, la opinión de los ciudadanos es bastante más positiva y, sobre todo, esa crispación que vivía el municipio ha pasado. Siempre ha sido un pueblo muy tranquilo y en año y medio de gobierno del señor Ayllón vimos manifestaciones, concentraciones, la Guardia Civil en la Plaza del Ayuntamiento identificando gente y Policía Local en la celebración de los plenos. Todo eso terminó el día que nuevamente yo accedí a la Alcaldía. Se vive con tranquilidad, se desarrollan los derechos ciudadanos, políticos y sindicales con normalidad, y el pueblo ha dejado atrás esa crispación.
P.- Qué papel juegan las redes sociales en el desarrollo de su gestión
R.- Claramente son una vía de transmisión y conocimiento de los problemas de los ciudadanos de una magnitud muy importante. En mi caso personal, las utilizo con mucha frecuencia, sobre todo, Facebook puesto que llega a un grupo enorme de población. La implantación de las redes sociales está siendo brutal y creo que lo debemos aprovechar para hacer política y captar, de primera mano, las inquietudes de los vecinos.
P.- Una Alcaldía de subes y bajas, ¿qué es lo más complicado a lo que ha tenido que hacer frente?
R.- Lo más complicado está siendo, sin duda, la situación de desempleo y los problemas que acarrean a la ciudadanía de Armilla. No tienes la solución, pero la gente te reclama y se dirige a ti y lo hace porque tiene esperanzas en que puedas minimizar ese problema que les preocupa. Tú te tienes que comprometer a intentar hacerlo aunque no tengas medios. Esa frustración de ver a gente que necesita un puesto de trabajo y que no puedes dárselo, es lo peor de esta situación. Además, hay que tener en cuenta que de ese paro se desgranan otras complicaciones de tipo social que precisan y necesitan de la atención de las administraciones públicas, instituciones que deben estar a su lado.
P.- Si le dieran un cheque en blanco para invertir en el municipio, ¿cuáles serían los principales ejes en los que gastaría ese dinero?
R.- Pues, sin lugar a dudas, proyectos que mejoraran los servicios públicos y crearan empleo. Desgraciadamente, ese cheque en blanco lo hemos tenido, pero se renunció a él. Este Ayuntamiento pudo tener una subvención de Europa de cuatro millones de euros a través de los fondos Urban, pero incomprensiblemente, en el año y medio en el que estuvo Ayllón, se renunció a ello. Los cuatro millones suponían mejoras en las infraestructuras y en los servicios municipales, pero sobre todo puestos de trabajo que no se han podido cumplir. Hemos sido el único municipio de Andalucía que renunció a los fondos Urban para pueblos de más de 20.000 habitantes.
Gerardo Sánchez, durante uno de los momentos de la entrevista. Foto: Álex Cámara
P.- ¿Qué supondría la Reforma Local de las Administraciones para un municipio de más de 20.000 habitantes como Armilla?
R.- La Reforma Local de las Administraciones nos ha quitado competencias y disminuido la capacidad económica que tenemos. Afortunadamente, los municipios de más de 20.000 habitantes mantenemos una cierta capacidad de independencia. Los ciudadanos necesitan responsables a los que dirigirse, personas físicas a las que poder trasladar sus preocupaciones, con los que poder desahogarse. Si centralizamos tanto, si el peso del día a día, de la responsabilidad política en los municipios, pueblos y barrios, recae en figuras lejanas como el presidente de la Diputación. el de la Junta de Andalucía o en el alcalde de una gran urbe, los ciudadanos van a perder esa referencia, algo perjudicial para ciudadanos, políticos e incluso la propia Democracia.
P.- Cómo es la Armilla del futuro
R.- Creo que, poco a poco, estamos llegando a esa Armilla. Una localidad de servicios que no tiene porqué ser más grande de lo que ya es. No quiero un pueblo de 50.000 habitantes, quiero seguir siendo un pueblo, aunque por tener más de 20.000 habitantes se nos considere ciudad. Donde haya un buen nivel de servicios, los vecinos se conozcan, donde podamos convivir con tranquilidad y donde haya una garantía de puestos de trabajo que, en situaciones como esta, nos permita salir adelante.
P.- Y hablando de futuros, ¿el suyo como político?
R.- Pues mi intención es volver a presentarme a la Alcaldía de Armilla. Haré seis años como alcalde cuando acabe esta legislatura y creo que todavía puedo aportar cosas a mi pueblo y me gustaría presentarme en las próximas elecciones si mi partido así lo cree conveniente y me respalda. No me planteo un futuro político más allá, no tengo una especial preocupación por seguir adoptando responsabilidades políticas eternamente. Soy un firme defensor de que una persona no debe estar un tiempo excesivo ostentando una responsabilidad. Es bueno que se cambie, que lleguen nuevos aires con nuevas ganas.
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