El Granada CF se queda con la miel en los labios
Los de Alexander Medina suman un empate ante la UD Las Palmas después de comenzar adelantándose cuando estaban con uno menos por expulsión de Piatkowski
El Granada CF ha sumado un empate ante la UD Las Palmas que no hace mérito a la competitividad mostrada por los rojiblancos con un hombre menos sobre el terreno de juego. Los de Alexander Medina mostraron dos caras bien diferentes, una hasta el minuto 20 de partido, antes de que Piatkowski viera la cartulina roja; y otra después.
La película del partido del Granada CF hay que encontrarla en los actores protagonistas elegidos por el Cacique, que empleó a hasta seis de los diez refuerzos llegados en invierno desde el inicio, con la primera suplencia de Ignasi Miquel en lo que va de campaña y la primera titularidad de Hongla, muy peleón; y detalles de calidad de Pellistri.
Pero este planteamiento, en el que el Granada CF fue capaz de poner algo de mordiente y sobre todo criterio defensivo se desmoronó con la expulsión del polaco, antes de la que Augusto Batalla eso sí tuvo que parar en un uno contra uno de Sandro.
A partir de la roja el desarrollo del guión fue otro, con varios disparos de Las Palmas que derivaron en acciones que pudieron abrir el marcador a su favor. De hecho, uno de ellos de Kirian, se marchó al palo derecho de Batalla.
Sin embargo, cuando menos lo podían esperar los rojiblancos y su público, una acción en la parte izquierda derivó en un saque de falta de Sergio Ruiz, que encontró remate en Bruno Méndez para establecer el 1-0 en el marcador, casi llorando.
Después del tanto del uruguayo y el paso por vestuarios, movió banquillo el Granada CF con la entrada de Myrto Uzuni. Medina también dio cabida a Maouassaa y Corbeanu, que si algo dejaron claro es lo mucho que necesitan para llegar al nivel óptimo que les permita entrar en las cábalas de los onces iniciales.
Las Palmas se fue volcando hasta que en un balón por la izquierda Sandro recibió para dejárselo a Pejiño, que cabeceó picada con libertad en el segundo palo para establecer el empate a uno.
A partir de ahí el Granada CF se dedicó a mantenerse en pie para al menos sujetar un punto, en base a intentos de contragolpes y sin perder el orden, aunque con un sabor insuficiente dadas las necesidades del plantel granadinista.
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