El Granada CF también sabe sufrir
El equipo rojiblanco gana por la mínima al Real Zaragoza por 1-0 con tanto de Miguel Rubio en un partido en el que los rojiblancos fueron de menos a más
A los dos minutos de reanudar la segunda parte, Quini estaba renqueante de un golpe con Ricard al final de la primera. El cordobés se había ido a vestuarios literalmente cojo y fue duda para regresar al terreno de juego. Lo que no sabía el lateral izquierdo es que en solo dos minutos una acción suya supondrían tres puntos.
El Granada CF ha obtenido una nueva victoria en casa ante el Real Zaragoza en un partido en el que los rojiblancos supieron sufrir y fueron de menos a más, sabiendo leer un partido ante un Zaragoza que probablemente haya sido el rival más duro al que se hayan enfrentado esta temporada como locales.
Los aragoneses tuvieron en la primera parte a merced a los de Aitor Karanka, pero no supieron definir sus oportunidades. Un palo fue lo más claro que dispusieron los aragoneses, que en el primer tiempo se toparon con un Granada CF con dudas.
El técnico del Granada CF apostó por un once casi idéntico a los mismos que jugaron ante el Sporting de Gijón, con la novedad de Ricard en una de las bandas por Jonathan Silva y a Meseguer en el centro del campo. Pero estas piezas no dejaron la una primera parte de ensueño.
Y es que el Zaragoza preparo muy bien el partido ante los rojiblancos, hasta el punto de que en el primer tiempo no dieron muestras de estar donde están en la tabla. Los de Juan Carlos Carcedo se mostraron totalmente destapados y pusieron en apuros a los de Karanka, que no supo reinventarse en el primer tiempo.
La ocasión más clara de los granadinos en el primer tiempo fue de Callejón, que se marchó rozando el palo de Álvarez; mientras que los maños tuvieron la suya en un remate de Bermejo que se fue al palo de Raúl Fernández.
El gol tras el descanso
A los dos minutos de comenzar el segundo tiempo, Quini se desfondó para pegarle con todo el alma en la frontal, aunque ello supusiera la lesión.El Zaragoza no supo defender la jugada y el balón cayó en las botas de Miguel Rubio, quien solo tuvo que definirla.
El gol acabó con el estrés del Granada CF y aumentó las necesidades de un buen Zaragoza, que metió a Simeone en busca del empate que consiguió pero en fuera de juego. Esta acción provocó un momento de tensión en los jugadores del equipo visitante con el árbitro, lo que unido a las protestas de los locales por una falta previa a Callejón aumentó los decibelios en Los Cármenes, lo suficiente para meter de lleno a todo el público en el partido.
Previo a este lío, Álvarez se lució con el de Motril para evitar el 2-0 y tras él, Karanka movió el banquillo de forma acertada y metió a Ignasi Miquel para tener un tercer central que noqueó las opciones de los maños.
El sufrimiento llegó cuando el Granada CF no fue capaz de matar el partido ante la portería rival, si bien tenía mucho más controlado el partido que en otras ocasiones y supo mantener la ventaja hasta el final para llevarse tres puntos clave en el regreso a casa.
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