El mejor regalo de Melchor, Gaspar y Baltasar para Granada
La deseada lluvia hace su aparición cuando el cortejo se encontraba a mitad del recorrido, pero no desluce una Cabalgata multitudinaria cargada de magia
Los Reyes Magos han brindado este viernes el mejor regalo posible para Granada con la llegada de la lluvia, que hizo su aparición a mitad del recorrido de la Cabalgata capitalina aunque ello no deslució el discurrir del cortejo, que solo tuvo que alterar su recorrido y pudo continuar hasta pasadas las 21.30 horas.
Melchor, Gaspar y Baltasar han vuelto a levantar pasiones, sobre todo entre los más pequeños, quienes se agolparon desde primera hora en las inmediaciones de la calle Gran Capitán para ver de cerca a Sus Majestades en sus carrozas mágicas.
En esta ocasión, los Magos de Oriente han llegado en tres nuevos remolques mucho más luminosos, lo que ha realzado aún más su figura y la ilusión de poder verlos en un cortejo de hasta 26 carrozas, al que hay que añadir los pasacalles y figuras corpóreas que han dotado a la Cabalgata de más fantasía.
El miedo empezó a rodearse de los más pequeños de la casa, esta vez en las calles, cuando en torno a las 17.00 horas comenzaron a caer algunas gotas, aunque la propia alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ya avisó de que solo un fuerte aguacero impediría la salida de los Magos en sus carrozas, como así fue, aunque con algo de retraso.
De este modo, la comitiva encabezada por la estrella de oriente partió hacia San Juan de Dios, en donde esta vez el Ayuntamiento de Granada optó por reducir el ruido al máximo, sin bandas ni música ambiente, con la intención de favorecer a los más pequeños con que padecen el trastorno del espectro autista.
La comitiva fue poco a poco avanzando por las calles de Granada, con una Gran Vía que se llenó a rebosar de miles de personas para ver de cerca a Sus Majestades, quienes lanzaron miles de kilos de caramelos para endulzar la tarde, algo que haría falta poco después de las 19.00 horas.
Fue en ese momento, cuando la cabecera de su Cabalgata ya había superado la Plaza del Carmen, cuando la deseada lluvia quiso erigirse como protagonista para convertirse en el mejor regalo posible para Granada en una noche de reyes.
En ese momento el Ayuntamiento optó por reducir el recorrido, de modo que finalmente las carrozas no pudieron llegar al extremo zaidinero, fijado en la Plaza Fortuny, y se tuvo que acortar el trayecto para que Melchor, Gaspar y Baltasar pudieran llegar a su destino final.
Caramelos, pelotas y figuras corpóreas
De nuevo, además de los caramelos, uno de los objetos más deseados en la Cabalgata granadina fueron los balones, lanzados desde las carrozas y las furgonetas participantes en la comitiva. Fueron pocos a tenor de la petición de familias, padres y madres y niños en busca de una de las pelotas.
No faltó en la comitiva algunas figuras corpóreas como los hermanos Mario y Luigi, los Minions o los Playmobil, agrupando a casi todas las generaciones posibles que, con temperaturas de no más de ocho grados, se agolpaban ante la llegada de los Magos de Oriente.
Poco antes de las 21.00 horas, los Reyes Magos fueron llegando uno por uno a la Plaza del Carmen, algo que no sucedía desde 2020, antes de la pandemia, para reencontrarse con los más pequeños, quienes entregaron sus cartas en manos con sus deseos y peticiones.
La ayuda de un Melchor muy flamenco, un Gaspar muy solidario y un Baltasar muy deportista fueron los encargados de salir al balcón del Ayuntamiento, de la mano de Marifrán Carazo y precedidos por el Duende Fermín, otro personaje con el que se reencontró Granada en su Cabalgata.
Los fuegos artificiales iluminaron una noche redonda, en la que pese a que para muchos la lluvia pudo ser la nota negativa, esta se convirtió en el mejor presente posible de Sus Majestades, solo queda esperar que el regalo dure mucho más de un día.
Popular ahora
