Lorca vuelve a latir en Alfacar
El tradicional homenaje vuelve a recordar la figura del poeta de Fuente Vaqueros en el 83 aniversario de su asesinato y a las víctimas de la Guerra Civil
La noche también estaba estrellada, puede que como aquella otra de hace 83 años. Y también puede que el aire se colase levemente entre los árboles de Alfacar, de este paraje, como lo hacía en aquella fecha. Los ruidos habrán sido diferentes, y las palabras. Pero hace más de 80 años, y este sábado, su espíritu, su esencia y su figura han vuelto a pasear por esta tierra granadina. Lorca sigue aquí.
El tradicional homenaje que se viene organizando desde la Diputación de Granada, no solo ha servido para recordar al poeta de Fuente Vaqueros, sino a todas las víctimas de la Guerra Civil Española que fueron fusiladas en la zona, como ocurre desde hace unos años.
Primero tuvo lugar la ofrenda floral, en el monolito situado junto al olivo. Y, posteriormente, en la plaza del Parque Federico García Lorca de Alfacar se produjeron las intervenciones de las autoridades políticas de la provincia, tanto del presidente de Diputación, José Entrena, como de la alcaldesa de Alfacar y diputada de Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez.
En nombre de las víctimas de la represión franquista intervinieron Agustín Gómez y Elena María García, el nieto y la biznieta de Agustín Gómez Bonilla, un carpintero que fue asesinado por los sublevados en El Fargue durante los primeros días del alzamiento.
Carmelo Gómez y su voz
Para cerrar la noche, el actor Carmelo Gómez subió al escenario para representar el espectáculo 'A vueltas con Lorca', acompañado del pianista Gorka Pastor y bajo la dirección de Emi Ekai. Se trata de un recorrido por la vida y por la muerte de Lorca a través de poemas, extractos de conferencias, epistolarios o fragmentos de su teatro.
El proyecto 'A vueltas con Lorca' nació hace algo más de un año bajo el formato de “lectura dramatizada” con la idea de ensamblar una serie de versos y organizar una línea narrativa que transita desde el amor a la tragedia y la muerte del poeta en el barranco de Víznar la madrugada del 18 de agosto de 1936.
El espectáculo fue estrenado en los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander el 27 de agosto de 2018 y mezcla los textos de Bernarda, Bodas de Sangre, Yerma, Romancero Gitano o Poeta en Nueva York con las músicas de Turina, Granados, Halffter y Debussy, bajo una escenografía minimalista, compuesta por un piano de cola, una butaca y un atril.
Al homenaje acudieron numerosos vecinos de Alfacar y de los pueblos cercanos, que llenaron por completo el auditorio del parque Federico García Lorca, además de autoridades y representantes municipales de toda la provincia. De esta forma, la institución provincial consolida un formato recuperado por el gobierno socialista en el año 2015, que extiende el tributo al poeta a todos los asesinados durante el conflicto bélico y la represión posterior.
Entrena dedicó sus primeras palabras a las familias de las víctimas de la represión, a quienes quiso agradecer su presencia en “un acto simbólico y emocional con el que quiere reivindicar la memoria frente olvido”.
“A García Lorca lo recordamos por sus obras, pero no podemos olvidar el significado político de su muerte, un crimen que truncó la vida de un prodigio de la literatura universal”, señaló el presidente en un discurso muy humano, insistiendo en que para la Diputación de Granada, el reconocimiento a las víctimas es “un deber ético, una deuda que tendría que ser ineludible para cualquier demócrata, tras demasiados años de desmemoria, de manipulación histórica, de silencio y de luto prohibido”.
Para el presidente, se trata de “incorporar a la historia, con toda la normalidad democrática, un pasado traumático y ausente” y “del conocimiento de nuestra propia historia, de cultura democrática y de construir valores contra la intolerancia que nos ayuden a construir un futuro mejor”.
Aplausos, ojos emocionados y sobre todo versos lorquianos impregnaron una noche en la que el recuerdo de los fusiles quedó adormecido por la fuerza de las palabras.
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