Plenitud en la zozobra
Las hermandades del Viernes Santo completaron una jornada cargada de inquietud meteorológica y de multitud en las calles para la antepenúltima jornada de la pasión con Hora Nona, Ferroviarios, Favores, Escolapios, Sepulcro y Soledad
El cielo no siempre llega a cumplir todas las amenazas que en ocasiones parecen sombrear una jornada cofrade. Si el Jueves Santo el agua descargó con toda su fuerza, en el Viernes Santo el pulso en la zozobra se lo llevaron las hermandades, que dejaron de lado el miedo y se echaron a la calle.
Rezo de cada Viernes Santo
Como cada Viernes Santo Granada no falló a su cita en el Campo del Príncipe. Allí se dio cita la multitud para a las 15.00 horas rezarle al Cristo de los Favores y conmemorar la muerte de Cristo en presencia de la Soledad de Nuestra Señora.
En esta ocasión el encargado de silenciar el punto clave de la sexta jornada de la pasión fue el componente de la Agrupación del Dulce Nombre Francisco Javier García López, que desde 2014 permanece en la banda y que acompañado de su mujer y sus dos hijas rompió el silencio con su cornetín.
La sorpresa para muchos vino al no sonar las campanas de San Cecilio, testigos también irremediables de una cita en la que la lluvia y su amenaza fueron escasas.
Multitud en Ferroviarios
Con el mal sabor de lo ocurrido el año pasado, cuando la lluvia sorprendió a la Hermandad de Los Ferroviarios en plena Avenida Constitución, este había muchas ganas de desquitarse y se logró, aunque la incertidumbre fue la misma.
En este caso la cofradía se puso en la calle con 45 minutos de demora respecto al horario inicialmente fijado, no sin dudas, pero la multitud estaba aguardando en la calle para ver al primer crucificado del Viernes Santo y a la Legión.
Porque la presencia de la fuerza militar fue, innegablemente, uno de los atractivos de la jornada, dejando la Gran Vía repleta y el recorrido de la hermandad. El debate ya está abierto entre quienes ven en su acompañamiento la idoneidad o no de hacerlo, polémicas con el arzobispo a parte, que adquirió también su dosis de protagonismo.
Un sentimiento hasta San Cecilio
También es multitudinario cada Viernes Santo el punto en torno al que se reúnen los cofrades en San Cecilio, donde la zozobra también estuvo presente como en el resto de hermandades, que se habían dado 30 minutos de demora para ponerse en la calle.
En lo que a Los Favores refiere, el retraso duró un poco más, pero la decisión, difícil, se tomó para poner en la calle un amplio cortejo acompañando a Cristo y a la 'Greñúa', esa vinculación intrínseca de los granadinos a una dolorosa.
La nota a mejorar quizás se dio en Carrera Oficial, donde la hermandad hizo su discurrir sin tener en cuenta el retraso acumulado que, a su vez, también lo provocó en el resto de hermandades; o momentos como la ruptura del cortejo extenso al entrar en Pavaneras. Mientras las últimas camareras se encontraban ahí, las siguientes se encontraban a la altura de Capilla Real. La hermandad lo subsanó sobre la marcha.
Un cambio para mejor
La decisión en San José de Calasanz se tomó a las 20.10 horas para ponerse en la calle cinco minutos más tarde. La cercanía de la cofradía con el centro le permitía jugar con una ventaja de las que carecen el resto. Y así fue en un año muy especial para la hermandad Escolapia.
Se puso en la calle de nuevo el crucificado tras haberlo hecho en el Vía Crucis oficial y un día después en salida extraordinaria hasta la Catedral, sobre su paso. El reencuentro con Granada dejó una buena impronta con uno de los crucificados más imponentes de la pasión andaluza.
Tras él el paso de la Reina de Roma, que dejó bellas estampas en su discurrir hacia la Carrera Oficial, pero también en su regreso, con cambio de itinerario acertado, más acogedor, por la calle San Antón y el Barrio Fígares hasta el Puente Romano. Hay decisiones que a veces merece la pena afrontar.
Un Calvario innovador
En el Viernes Santo de soledades en la Semana Santa de Granada, sin duda la más imponente es la que ofrece el Santo Entierro en las calles con la presencia de la obra tallada por José de Mora, una de las más bellas imágenes que puedan contemplarse en la pasión granadina.
En esta ocasión llegó con una novedad importante en el Calvario, que en esta ocasión no fue de claveles rojos, sino con otro exorno floral innovador que no rompió la tónica de lo que debe ser el paso.
Cerca de una docena de hermandades acompañaron a la 'oficial' de la Semana Santa de Granada, además de diversas autoridades como la propia Junta de Andalucía, hasta ahora ausente en este tipo de cortejos; y sin la Diputación, presente de forma habitual hasta hace tres años. Cosas de la política.
Y la Chía tocó
El antepenúltimo día de la pasión llega también con ese toque que a los niños encanta como es la presencia de las 'Chías', la figura que hace de la Semana Santa de Granada, junto a otros muchos elementos, algo significativo.
La hermandad de la Soledad de San Jerónimo puso en la calle un nutrido grupo con mejor organización y puesta en escena, con cera negra para nazarenos y la sujeción de los faroles en el mismo color.
En este caso la incertidumbre estuvo presente incluso en la salida, cuando comenzó a chispear, pero la Hermandad se mantuvo firme y no quiso dar paso atrás ni para coger impulso.
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