Roba en una pizzería de Granada tres móviles y agrede con un palo al dueño en la huida
El juez ha ordenado el ingreso en prisión de este hombre, sobre el que el año pasado se dictó una orden de expulsión de España durante cinco años
La Policía Nacional ha detenido en Granada a un hombre de 39 años, con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación tras haberse apropiado en una pizzería, aprovechando el momento del cierre del local, de tres móviles valorados en 600 euros y haber agredido con un palo en la cabeza al propietario del establecimiento en la huida.
Los hechos comenzaron sobre las 02.30 horas en el Distrito Norte, adonde fue enviada una dotación policial porque al parecer había un individuo que estaba agrediendo a un grupo de jóvenes. Instantes después, la patrulla localizó al detenido en el aparcamiento forcejeando con otras tres personas.
Los policías pudieron conocer, a raíz de las averiguaciones realizadas, que momentos antes había sustraído tres teléfonos móviles valorados en 600 euros del interior de una pizzería que estaba cerrándose metiéndose por debajo de la persiana metálica. Se trata de los teléfonos utilizados normalmente para enviar las comandas.
El propietario del negocio le sorprendió, invitándole a que dejase los teléfonos en su sitio, pero huyó y cuando el dueño del local se disponía a perseguirle recibió, a la salida del establecimiento, un fuerte golpe en el rostro efectuado con un palo de madera de más de medio metro de longitud que le dejó tirado en el suelo.
Tras deshacerse de los terminales, el presunto autor fue perseguido por dos empleados del local y finalmente consiguieron retenerle en un aparcamiento, recibiendo todos golpes y puñetazos, así como amenazas de muerte y de la quema del local hasta la llegada de la patrulla.
Tan sólo 12 días más tarde este mismo varón protagonizó un hecho similar, agrediendo al propietario de una tienda de alimentación cuando trató de impedir el robo de varios productos expuestos para su venta.
Se trata de un varón de 39 años y nacionalidad senegalesa, con numerosos antecedentes policiales, además de encontrarse en situación de estancia irregular. A finales del pasado año se dictó contra él la expulsión del país durante un período de cinco años y ya ha ingresado en prisión por decisión del juez.
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