martes 30 abril
PREGÓN SEMANA SANTA DE GRANADA 2022  |   |

Un 'pellizco' a los sentidos de Granada para anunciar una Pasión anhelada

Emilia Cayuela recurre a sus sentimientos y vivencias más profundas para anunciar la Semana Santa de Granada 2022

Emilia Cayuela, durante el pregón pronunciado este domingo. Foto: Álex Cámara

Vista, tacto, gusto, olfato y oído. La pregonera de la Semana Santa de Granada 2022 ha provocado un 'pellizco' entre los cofrades para la Pasión más anhelada, después de pronunciar un texto que en poco más de una hora ha repasado todos los rincones, vivencias y protagonistas que dejan los ocho días que van el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección.

Emilia Cayuela ha invitado a hacer un viaje por los sentimientos que genera la Semana Santa de Granada en una intervención en la que no han faltado las hermandades, ni tampoco todos y cada uno de los elementos que la hacen rica en gastronomía, única en enclaves y espacios, especial en el trato de sus gentes o inigualable en todo lo que la diferencia del resto.

Y es que para la pregonera el sentir andaluz es "común", pues la "fe compartida es la misma y no se entiende sin nuestra Semana Santa". "Pero para mí, como aprendí de mi compañero y amigo del alma Manolo Garrido, lo nuestro es lo primero", ha añadido.

Cayuela se ha preguntado "qué rincón no es sagrado para nuestros titulares" desde el Albaicín hasta el Sacromonte, del Realejo al Zaidín, desde Los Vergeles a la Contitución y desde la Alhambra al puro Centro de Granada, de Fígares al Violón o de Ganivet a Pasiegas.

"Hoy, Granada, no hago más que ponerle palabras a la Buena Nueva: que ya está aquí la semana en la que la fe y el evangelio camina por la calle. Hoy, Granada, quiero pregonarte", ha comenzado su intervención Cayuela, quien ha ido entremezclando hermandades, lugares y momentos en cinco bloques, cada uno para un sentido.

Granada es, para la pregonera oficial, "la ciudad de los sentidos por experiencia y probablemente sea nuestra Semana Santa la que eleva esa definición a su máxima expresión".

Cayuela ha dividido el pregón en cinco bloques. Foto: Álex Cámara

Vista

La vista ha sido el primer apartado en la intervención de Emilia Cayuela, que ha tenido palabras de agradecimiento para los compañeros de medios de comunicación y fotógrafos gracias a los que ha ido desarrollando su percepción de la pasión granadina.

De este modo ha iniciado su repaso por las cofradías en el Arco de Elvira, ese punto donde cada Domingo de Ramos "está preparado para recibir a Jesús sobre su borriquilla entrando triunfante", como si "alguien un día pensó que era uno de esos lugares como puerta a la ciudad y hoy se convierte en una puerta del cielo".

De este lugar se ha trasladado hasta el Realejo, para dedicar palabras a la "serenidad y tranquilidad" de María Santísima de las Penas; la dimensión del Misterio de la Santa Cena, la "novia" del Realejo, la Virgen de la Victoria; el Señor de los Favores, "el cristo al que todos rezamos, que quiere caminar a tu lado y al mío".

También ha llegado a la Carrera del Darro, punto que "muchos le dicen la calle más bonita del mundo. Y lo es". "En su día, desde el cielo, un arquitecto ideó poner un río a su lado, para que el agua fuese ese manantial de vida que acoge y limpia lo humano y lo divino. Por ella suben y bajan miles de plegarias de día y de noche cada Semana Santa", ha añadido.

La Virgen de las Maravillas, Los Dolores o la Hermandad del Vía Cucis han sido protagonistas en este momento para un sentido "que queda atrapado con tantas y tantas imágenes que no dejan indiferente a nadie ni a nada".

Cayuela ha comenzado su pregón a oscuras, para trasladarse a su etapa radiofónica. Foto: Álex Cámara

Del Zaidín a la Constitución

El tacto es para la pregonera el mismo que "cuando se cierran los ojos hace percibir la realidad a través de la piel", motivo por el que ha tenido palabras para las manos que hacen posible la semana de pasión granadina.

"Bordadores, vestidores, floristas, cañeros o priostes, qué haríamos sin cada uno de ellos y ellas, sin cada alfiler bien puesto, sini cada morcilla bien acomodá en el costal, sin cada faja bien apretá pero sin asfixiar (…) qué manos señor nos distes", ha añadido.

En este bloque ha repasado hermandades en distintos puntos de la ciudad, como Trabajo y Luz desde el Zaidín, Cañilla en Realejo, Ferroviarios en Constitución, Escolapios junto al Río Genil, Nazareno y Merced o San Agustín en pleno Centro de la ciudad.

Y es que además de oratoria, si algo ha dejado bien trazado Cayuela ha sido la capacidad de crear un nexo de unión entre todas las cofradías, sin hacerlo básico por orden de días de salida o barrios y advocaciones; sino con un creatividad propia de quien se deja llevar por los sentidos y el corazón y no tanto por lo sencillo.

La Banda Municipal de Granada, debido a la pandemia, no ha usado el foso esta vez y la Presidencia ha quedado relegada al patio de butacas. Foto: Álex Cámara

Manjares cofrades

Panecillo frito, potaje e vigilia, roscos de Palmira, arroz con leche, leche frita, buñuelo, tarta de piña o piruletas del León han estado presentes, como no podía ser de otra manera, en el apartado dedicado a los sabores.

El gusto por la Semana Sant de Granada, tal y como ha señalado la pregonera, no solo queda patente con estos manjares, sino también con el sabor "del cofrade y el penitente, el de Cristo, el de su pasión y su muerte y porque ya resucitado, Granada siempre sabe a una plegaria perenne".

Precisamente, Cristo Resucitado, junto al Huerto, la Estrella, la Salud, Soledad en el Calvario del Santo Entierro o la Soledad de San Jerónimo han protagonizado el bloque, esta última, para reivindicar que "ojalá este año, por fin, sea cuando podamos gozar de ese reconocimiento que en su día forjaba la exaltación de la coronación de la Soledad".

Emoción

La pregonera, tal y como había avanzado, se ha abierto en cuerpo y alma en sus sentimientos cofrades, hasta el punto de que no le han faltado ni las lágrimas al recordar a la advocación de la Virgen de la Encarnación, el mismo nombre que su madre, "la que no recuerda ni cómo me llamo", ha dicho con la voz rota.

Ha sido en el capítulo dedicado al olfato y a lo que huele la Semana Santa de Granada, que para ella le trae "vida, bosque alambreño, ilusión, ropa recién planchá, flor, cera chorreá, pascua florida o esa señora en su palio engalaná".

La Hermandad del Sagrario ha estado presente en este capítulo, junto al Despojado, María Santísima del Dulce Nombre, el Rescate, Santa María del Triunfo, la Concha o Santa Maria de la Alhambra, en la que "siempre quiere vivir".

Colofón con silencio

Controversias de la Semana Santa de Granada, el silencio ha sido protagonista del útimo apartado, el oído. No porque Cayuela haya cayado, sino porque ha recreado y trasladado a los asistentes cómo suena estruendoso cuando Granada calla en la madrugá del Jueves al Viernes Santo o la cita con la Hora Nona en el Campo del Príncipe, con la pesencia de un cornetín en el Teatro Isabel la Católica, que ha regresado tras dos años como lugar para pregonar la pasión granadina.

El Cristo de la Misericordia y el tambor ronco que anuncia su llegada desde la Carrera del Darro ha servido de preámbulo para dar cabida a otras imágenes veneradas como la Estrella, Tres Caídas, Meditación, Consuelo y Sacromonte, La Lanzada o Esperanza, el mismo color elegido por la pregonera para su vestido y para poner punto y final a su anuncio.

Un pregón lleno de sentimiento, corazón, vivencias y sobre todo un 'pellizco' a quienes llevan esperando la Semana Santa de la vuelta a la normalidad desde hace dos años y que ya ha quedado anunciada de forma magistral por Emilia Cayuela.

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