Una noche en la huelga de transportes en Granada: "Estamos cerca de la agonía"
Desde la madrugada del lunes decenas de trabajadores, la mayoría autónomos, pasan veladas a la intemperie para intentar hacer visibles sus reclamaciones · "Queremos un trabajo digno" · La situación se recrudece tras cuatro jornadas
Mientras la ciudad duerme hay otra que funciona con una maquinaria casi a la perfección para que al día siguiente no falte de nada en los puntos de venta habituales. Pescado, carne, frutas o cualquier tipo de producto que se consume desde la tienda más pequeña al gran hipermercado. Para que todo llegue a su destino los transportistas suelen hacer cientos de kilómetros, rutas que desde el pasado lunes han quedado interrumpidas por la huelga del sector.
Desde la madrugada del día 14 son centenares de trabajadores, la mayoría autónomos, que pasan noches a la intemperie para tratar de hacer visibles sus reclamaciones, para lo que tienen varias opciones. Una de ellas pasa por intentar evitar que los tráileres de las grandes empresas puedan entrar o salir de los grandes centros de almacenaje y que sea la falta de suministros en el supermercado los que hagan que se palpe su problemática en la cotidianidad del día a día.
Es lo que hacen por ejemplo los piquetes informativos que en jornadas de más de 12 horas se organizan en las inmediaciones de Coviran, en el término municipal de Atarfe, y de MercaGranada, en el término municipal de la capital. Son estos dos de los puntos elegidos, separados por escasos 200 metros, para hacer guardia las 24 horas del día.
Estos trabajadores del transporte están expectantes sobre todo a partir de la medianoche, pues es el momento en el que deben llegar los camiones para descargar su mercancía a estos puntos estratégicos, conocidos como 'la despensa de Granada'. Si hasta aquí no llega pescado, carne o fruta, difícilmente lo harán también a las tiendas de los barrios o a los supermercados.
En la noche de este reportaje, la que va de este martes al miércoles, solo tres tráileres intentaron acceder, pero los piquetes informativos, sin ninguna violencia y solo con fines de buscar la solidaridad de sus compañeros de profesión; consiguieron replantear su postura.
"A nosotros la empresa nos ha dicho que si nos echan a un lado, lo hagamos y no entremos en conflicto", comenta uno de los transportistas que se ha visto obligado a parar su actividad antes de acceder a Coviran. Su camión y remolque son colocados en las inmediaciones, en un polígono donde ya hay otros transportistas que llevan alguna noche más descansando, a la espera de que el conflicto se solucione.
La lluvia arrecia y ello complica algo la labor de los piquetes, que sin embargo no pierden la fuerza para seguir luchando por lo que consideran justo. Les vigilan de cerca dos Unidades de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía, quienes cada vez que los trabajadores detienen a un compañero se aproximan para garantizar que ninguna de las dos partes se exceda en su comportamiento.
No solo es el combustible
Una de las cuestiones que tratan de dejar clara estos trabajadores es que la crisis actual del sector no solo está vinculada al aumento del coste de los combustibles, "sino de mucho tiempo", tal y como relata José, uno de los numerosos transportistas que estos días secunda la huelga.
"Se está haciendo un abuso fuerte sobre nosotros, los trabajadores, que estamos al borde de la agonía. Llevó 15 días parado, pero es que me cuesta sacar el camión, porque no gano nada", explica, para argumentar que tiene que seguir pagando letras del camión y todos los gastos que conlleva su trabajo.
Era, ha recordado, el momento de hacer algo y se "está haciendo". Así, cifra en más de un 90% el seguimiento de esta huelga por parte del "transporte de base, que es quien lo sufre". Lamenta que el paro no lo esté liderando "quien debería hacerlo, que es la patronal. Nos están haciendo polvo los precios y ahora estamos consiguiendo que se pare".
Son varias las reivindicaciones que tienen estos trabajadores, entre ellas no cobrar por debajo de los costes que se fijan en el Observatorio Estatal de Precios y de los que este camionero asegura que perciben al 60%: "Pedimos que sea de obligado cumplimiento ese precio que se estipula, que cobremos todo lo que necesitemos y se fije, porque aunque un mes será más y otro menos, nos permitirá trabajar. No podemos seguir trabajando por debajo de precios y costes".
También piden en voz alta poder jubilarse a los 60 años. Según explica este mismo transportista, a sus 50 años sufre problemas en las cervicales, tiene la espalda "hecha polvo". "La mayoría de los que estamos aquí tenemos el oído tocado, a los 60 no somos seguros en carretera y hablamos no solo de nuestra seguridad, sino la de todos los demás, pero se nos obliga a jubilarnos a los 67", añade.
Reivindicaciones de la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional
1.Jubilación a los 60 años para los Conductores Profesionales, por ser una Profesión clasificada de alto riesgo, aplicando los coeficientes reductores.
2.Reconocimiento de la totalidad de las enfermedades profesionales derivadas de esta Profesión, tanto para los conductores Asalariados como para los Autónomos.
3.Consideren de accidentes laborales en todo caso, los sucedidos en los periodos de trabajo y disponibilidad dentro de la actividad.
4.La Creación de un Convenio Único Estatal de Obligado Cumplimiento para los Conductores Asalariados con las condiciones económicas y laborales en base a los mínimos que refleja el Observatorio de Costes en la partida salarial en función de la clase de vehículo y el ámbito territorial.
5.Desde el año 2019 los autónomos vienen cotizando a través de los seguros sociales la cuota de formación profesional, a día de hoy los autónomos del transporte especialmente se les exige formación obligatoria, CAP, ADR, sin embargo, no se ha habilitado la cuota de formación para los autónomos. Desde Plataforma exigen que se habilite la cuota de formación profesional que se viene pagando desde hace 2 años, en igualdad a los conductores asalariados que ya la tienen habilitada a través de los seguros sociales desde hace muchos años.
"Queremos que se nos reconozca las enfermedades profesionales. Estamos todo el día en la carretera y también pedimos no cargar ni descargar la mercancía en los almacenes, puesto que después de 10 horas conduciendo no se puede emplear dos y tres horas en esto cuando se debería estar descansando, repercute en la salud", afirma este transportista.
Otra de las cuestiones que reclaman es un convenio laboral que sea nacional, para que un transportista de cualquier provincia gane lo mismo que el de otra cuando se realice el mismo trabajo, pues es necesario un "convenio justo y laboral".
Así, este trabajador recalca que es necesario que haya controles tanto para los precios como para los sueldos de esos chóferes y que haya "dignidad en el trabajo", puesto que las pérdidas las tienen desde hace "mucho tiempo" porque las empresas cargadoras, "los grandes 'lobbys'" están rompiendo el mercado". "Que se cobre lo que se tiene que cobrar y no las migajas", ha asegurado.
"Habíamos perdido la dignidad que hemos conseguido ahora, son muchas horas perdidas fuera de casa, no tenemos relación con familias", concluye. De día o de noche, los transportistas continúan alzando la voz para llevar a cada rincón la mejora de su situación.
Popular ahora
