Viernes Santo con sabor agridulce
Cuatro de las seis hermandades pudieron efectuar su salida y completar la estación de penitencia, pero tuvieron que apresurarse en los regresos al cumplirse los pronósticos de lluvia al final de la noche
El Viernes Santo de Granada llegó con sabor agridulce para las hermandades de Granada, pues dos de las seis que tenían que procesionar con sus pasos en la calle no pudieron hacerlo debido a las inclemencias meteorológicas y, además, todas tuvieron que regresar de forma apresurada por la amenaza de lluvia.
El antepenúltimo día de la pasión granadina, en el que bajó considerablemente la temperatura para ver los cortejos en la calle, también trajo consigo un retraso en la Carrera Oficial motivado por la demora de la Hermandad de los Ferroviarios, que se puso en la calle una hora después de la fijada inicialmente.
Tres de la Tarde sin la Soledad
El Campo del Príncipe volvió a ser el epicentro para la conmemoración de la muerte de Cristo en el acto de la Hora Nona con el Rezo a las Tres de la Tarde, donde en esta ocasión no estuvo presente la imagen de la Soledad de Nuestra Señora.
No obstante, Granada volvió a enmudecer para participar en este acto simbólico y único en la Semana Santa, en el que Azahara, integrante de la Agrupación del Dulce Nombre desde hace más de 20 años, hizo sonar el cornetín con el que silenció este espacio emblemático en presencia de las hermandades de La Cañilla y Los Favores y con numerosos representantes institucionales.
Sin estreno de recorrido en Los Ferroviarios
La Hermandad de los Ferroviarios fue la primera que debía ponerse en la calle, pero su salida se produjo una hora después de la prevista debido las inclemencias meteorológicas, que obligaron a demorar su puesta en la calle.
Esto hizo que la cofradía no pudiera estrenar el nuevo recorrido de ida a la Carrera Oficial, por San Juan de Dios y San Jerónimo; teniendo que volver a emplear el de siempre por la Gran Vía con la intención de acortar los tiempos, aunque esto no fue suficiente, pues se acumuló un retraso en Tribuna de unos 15 minutos respecto a la hora prevista.
En su regreso la hermandad logró llegar a tiempo entre la presencia de los fieles de un cortejo en el que además se estrenó el tramo de nazarenos delante de la Virgen del Amor y del Trabajo.
Reina de Roma al otro lado del río
Una de las citas que marcan el Viernes Santo, al otro lado del río Genil, esa es la salida de la Reina de Roma desde San José de Calasanz, a la que de nuevo fieles y devotos pudieron ver en las calles con el mismo 'tacto' que la llevó hasta el Vaticano.
La hermandad escolapia volvió a dejar una gran impronta en la calle con el imponente Cristo de Domingo Sánchez Mésa, del que ahora se cumplen 80 años desde que fuera tallado y tras el que se estrenó con acierto la Banda de Cornetas y Tambores de María Santísima de la Victoria de Granada.
En cuanto a tiempos, la cofradía tuvo que acelerar su discurrir y, por fortuna, la ausencia de la Soledad de San Jerónimo posibilitó llegar a tiempo a San José de Calasanz, aunque deja en el aire los problemas horarios que se hubieran generado en este día en el eje Gran Vía, San Matías y Ganivet.
La primera del Realejo
La primera hermandad que ha podido realizar su estación de penitencia este año desde el barrio del Realejo ha sido la del Cristo de los Favores, que pudo efectuar su salida desde San Cecilio con la presencia de sus fieles no solo del crucificado sino de la titular mariana, la 'Greñúa'.
Queda para recordar algunas de las chicotás vividas en la calle Pavaneras, San Matías o Ganivet por el palio, si bien con la miel en los labios quedó la multitud agolpada en el Realejo para ver el regreso de la cofradía, pues la hermandad tuvo que llegar a paso de tambor y sin marchas por las previsiones de lluvia.
Solemnidad centenaria desde Plaza Nueva
La última hermandad que se puso en la calle cumple sus cien años, aportando la solemnidad desde Plaza Nueva con la procesión del Santo Entierro de la Hermandad del Sepulcro, que se puso en la calle pese a las previsiones de lluvia.
La talla realizada por José de Mora volvió a aportar el silencio de la jornada y de nuevo con el acompañamiento acertado de la Banda Municipal de Granada capital. Llamó la atención para los cofrades las capas que acompañaban a las túnicas de los nazarenos.
Sin estación de penitencia en San Jerónimo
La única hermandad que no realizó su estación de penitencia hasta la Catedral de Granada por la tarde fue la Soledad de San Jerónimo, cuya hermandad optó por hacer caso a la parte más pesimista de los partes, porque "en caso de salir el daño al patrimonio sería mayor que de no salir".
No obstante la cofradía sí realizó el acto del indulto habitual en el interior del templo, aunque no en la Plaza Luis Rosales donde lo tenía previsto. Una rea inicia una nueva vida gracias a la hermandad de San Jerónimo, en una tradición que se prolonga ya desde hace 16 años cuando fue recuperada.