lunes 29 abril
Opinión  |   |

El problema de los tres cuerpos… y sus correspondientes tallas

Primero una confesión. El titular y la reflexión de esta columna no ha sido idea mía, sino de un genial tweet que vi la semana pasada. Escrito por el perfil Pijortera, rezaba así: “Para misterio de los tres cuerpos el mío, que, dependiendo de la tienda, uso la L, la XL o la XXL”.

Después, el descubrimiento. Al leer este mensaje y sus comentarios asociados, me di cuenta de que este tema, que rondaba en mi cabeza desde que comencé a dedicarme al mundo de la moda hace más de 14 años, era una preocupación muchísimo más habitual y común de lo que suponía.

La explicación. Las tallas en la ropa son un tremendo jaleo.

Y ahora, la reflexión. Es imposible tener una sola talla y me pelearé, incluso físicamente si hace falta, con quien diga lo contrario, incluso si es la Unión Europea.

Hace ya 16 años que se aprobó una disposición, llamada EN 13402, que pretende regular las etiquetas de la ropa y cuya función es garantizar que cada talla se ajuste a unos centímetros específicos. Es decir, que una talla M, independientemente de quien la diseñe o realice, si se quiere vender en Europa, mida entre 94-102 para hombre y entre 90-98 para mujeres.

Esta propuesta bastante buenista pudo poner fin, por ejemplo, a que denominara como talla grande a una talla 46 en mujeres, pero no ha podido conseguir que las marcas sigan haciendo los productos como les dé la gana. Ya no es una cuestión sólo de centímetros “puros”, sino también de países, patrones, diseños o tejidos.

Nada tiene que ver una talla italiana o china, que son extremadamente pequeñas, con una talla americana o sueca, excesivamente grandes. Tampoco una talla de lujo, como puede ser Dior, como un coladero de moda masivo como Shein. A eso se suma el patrón y sus mil formas, skinny, slim, flare, acampanado, bodyshape, fluido, carrot, cigarette, ceñido, oversize, mommy, caído, holgado, relaxed….

Así que como decía el tweet, no ya es que sea posible fluctuar entre 3 opciones, es que puedes hacerlo entre mil, e, incluso dependiendo del momento, en la misma marca, en el mismo producto ¡y en la misma temporada! Todo ello, por supuesto, sin cambiar ni un ápice el volumen de tu cuerpo.

Por favor, luchemos para que unos dígitos impresos en la etiqueta de la ropa no nos definan y que tampoco importen demasiado, ni a nosotros, ni, intentemos concienciar, a las personas de nuestro alrededor. Al fin y al cabo, si la prendas nos gusta cuando nos miramos al espejo, lo que diga la etiqueta no importa absolutamente para nada (lo que diga de números, no de conciencia ecológica, aunque eso es otro tema).

Seamos conscientes de que, al igual que la trilogía del chino Liu Cixin, y su correspondiente adaptación a Netflix, del “Problema de los tres cuerpos” las tallas son mera ciencia ficción.

Publicidad
©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Columnista
Gafas Amarillas

Periodista y Creador de Contenido

Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=253808