Francisco Javier, Bárcenas y el tango urbanita
Lo que toca. Hoy tocaría hablar de Luis Bárcenas, el ‘todoppoderoso’, el red-bull de la gaviota, quien dio alas al PP para alcanzar el poder de manera ‘sobre-cogedora’. Estará en la calle –si no lo está ya a la hora de escribir este repaso- y solo por pagar
200.000 eurillos de nada. ¿Quién no tiene ese dinero suelto en sus bolsillos? “Luis, aguanta, se fuerte”, le dijo Mariano. Y tanto que lo ha sido, y más que los jueces. Eso sí, que no se le ocurra ni siquiera pedir un suizo para desayunar, que tiene que presentarse tres veces a la semana por la Audiencia Nacional, a fichar que es lo que le toca por la condicional. ¿Y cuáles serán las condiciones? Ya veremos en qué acaba todo esto, pero me temo que en GH-VIP o algo así. No se preocupen, que la justicia es igual para todos, otra más de las muchas frases de ese lenguaje blanco que esconde la realidad.
Tango. Una vez más se ponen a promocionar el Festival de Tango con la cantinela del género urbano. Incluso un año el cartel de esta muestra lo protagonizó un autobús urbano, aunque no se si por ese carácter urbanita de la cita musical o porque la Rober entró como patrocinador. Hombre, tanto como urbano…Digamos que de arrabal, pero en unos años ya lejanos. Un tango es un clásico en evolución, pero que se queda en clásico, como las versiones coloreadas de películas como ‘Casablanca’ o ‘Capitanes intrépidos’. No me vale esa venta de este género como algo que pertenece a la contracultura, al menos a estas alturas del siglo XXI. Por cierto, tras programaciones, explicaciones conceptuales y demás presentaciones, nadie ha revelado la sorpresa final ¿Habrá adelanto del disco de Soleá Morente? Uyyyyyyy, a lo mejor se me ha escapado.
Acosado. El arzobispo de Granada, el señor Martínez, Francisco, como el Papa que lo condena, está siendo acosado en una campaña mediática contra su persona y honor, y todo porque no informó de los acosos y abusos de algunos de sus sacerdotes a jóvenes parroquianos. Lo dijo, pero ya se sabe que sería en secreto, al estilo de los sótanos del Vaticano. Las cosas del pecado se quedan en las cloacas eclesiásticas, y como las almas se lavan en la Iglesia. Lo cierto es que este obispo que se arrojó al suelo en imagen pública de arrepentimiento llegó tarde y mal, desapareció durante los días del escándalo de los Romanes, y no dio la cara a tiempo. Desde aquella carta del joven acosado al Papa, parece ser que Martínez no cuenta ya con muchas bendiciones. Me enseñaron que el pecado también se comete por omisión, y hoy más que nunca, el mirar a otro lado es el deporte nacional.
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