martes 19 marzo
Opinión  |   |

Gracias Simón

- ¡Por fin!- dijo Fernando Simón, tras un suspiro, al dar por acabada su última rueda de prensa con el estado de alarma vigente. Sin duda, una exclamación cargada de mucho significado: satisfacción por el trabajo bien hecho, agotamiento, ilusión ante la nueva etapa que ahora se abre, necesidad vital…

Hace unos días escuchaba, en tono jocoso, que nuestro país ya no se divide en madridistas o culés, derechas o izquierdas, búhos o alondras… El Covid nos ha traído dos nuevas Españas: la de quienes admiramos a Simón y la de quienes lo rechazan. Pero no, no nos engañemos, ser fan de Simón significa tener muy asentados unos valores que bien tienen que ver con el respeto, el sosiego, el diálogo, el rigor, la responsabilidad, la empatía, el compromiso y la honestidad. La España de Simón ha dedicado el tiempo a indagar, hacer pedagogía, validar la información veraz, descartar bulos y argumentar y tomar decisiones responsables para no dejar a nadie atrás. Y sí, tras estos comportamientos y formas de proceder hay una marcada ideología de izquierdas, y Simón la ha personificado a la perfección.

Lo contrario a estos valores los han encarnado quienes han optado por el bulo, la desinformación y la confrontación. La España de las cacerolas y la de los opositores a Simón, tiene el rostro irresponsable de Pablo Casado y compañía. El PP no ha sabido estar a la altura de los acontecimientos. La ciudadanía ha repudiado hasta el hartazgo, el vergonzoso papel adoptado por los ultras de la bancada derecha del Congreso de los Diputados. El ruido las cacerolas y los tweets que han jaleado odio y desprecio, les ha dejado sordos y ciegos.

Quienes encuentran dificultades para ubicarse políticamente, piensan que ningún partido les representa. Ante este dilema, siempre resulta más fácil concretar en personas para saber si se identifican con ellas. Es un ejercicio sencillo que pasa por responder a esta pregunta: ¿Me siento identificado con Fernando Simón?

Una mayoría coincidimos en la admirable forma y plausible fondo de Simón. Ha abanderado un impecable proceder de un equipo, el del Gobierno de España, en la gestión del Covid. Ha hecho escuela. Millones de personas, unas más visibles que otras, han reconocido el saber hacer a pesar de los palos que, entre las ruedas, han metido los Casado, Egeas, Cayetanas, Ayusos e Imbrodas. También, a pesar de Bonilla, Marín o Luis Salvador que se han puesto de perfil, de manera cobarde, para evitar que la crisis les salpicara. Ultras pasivos y activos que han visto en el COVID una oportunidad de deslegitimar lo que las urnas legitimaron. Ya les pasó con el atentado del 11 de marzo de 2002 en Atocha. Primero mintieron y, posteriormente, no aceptando el resultado de las urnas, ejercieron un modo de hacer política rastrero y ofensivo, utilizando incluso hasta las propias víctimas, ¿les suena?

Mientras, Pedro Sánchez, su Gobierno y su equipo técnico más visible gracias a Simón, además de estar centrados en la crisis sanitaria, apartados del ruido, han estado también en los Ertes, en cubrir un suministro de servicios básicos como la luz y el agua, en prorrogar el pago de hipotecas o en el Ingreso Mínimo Vital. En definitiva, tejiendo una red de medidas sociales para proteger a las personas y no dejar a nadie atrás. No ha sido tarea fácil.

El presidente del Gobierno, en la declaración institucional del pasado sábado, agradeció su implicación a cuantas personas se han entregado a la causa para minimizar todo lo posible el impacto de la pandemia y el confinamiento. Creo que también es justo agradecerle al propio Gobierno su papel. Agradecerle su apuesta por un modelo de gestión basado en la entrega, el compromiso, la responsabilidad, la honestidad y el saber hacer. Agradecerle que la transparencia, la aceptación de errores, la autocrítica y el rigor hayan sido las principales señas de identidad en la gestión de la crisis del Covid. Ojalá esta forma de hacer política haya venido para quedarse en todo el arco político. De momento, pinta mal.

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Columnista
Jacobo Calvo

Secretario de Organización del PSOE de Granada capital y docente

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