Luna creciente (Un rey feliz) (28-10-2014)
Un rey feliz
Los republicanos, estoy completamente seguro de lo que estoy escribiendo, somos los ciudadanos que mejor detectamos la felicidad en los monarcas reinantes. Y es por una cuestión bastante simple y muy sencilla: porque los monárquicos son incondicionales de las monarquías y los republicanos no somos partidarios ni adictos ni seguidores de los reyes gobernantes. Felipe VI es un rey feliz. Se le nota en los abrazos que recibe de su señora de su matrimonio, la Reina doña Letizia. Se le nota bien cuando aduce que los españoles ya no estamos cabreados los unos con los otros españoles por eso de las dos Españas. Se le nota la felicidad cuando defiende la Constitución Española, esa Carta Magna a la que hay que lavarle la cara, los entresijos y todo el cuerpo para que se actualice. Se le nota que es muy feliz, el Rey de España, cuando elogia el gran sacrificio que está haciendo el pueblo soberano español. Ese mártir que no cuelga por un pie en las farolas públicas a todos los políticos corruptos, a todos los empresarios corruptos y a todos los sindicalistas corruptos, por ejemplo. No estar en el desempleo también da la felicidad. Que te toquen varios millones de euros en los sorteos estatales, puede dar la felicidad o pueda ser una catástrofe para el afortunado. Según. Pero ser un rey, incluso los de los cuentos, es la felicidad suma y mayestática para una criatura humana nacida de madre y padre humanos. Y también son felices los Ángeles de la Guarda de los Reyes, y porque estos empleados de Dios viven a cuerpo de rey en palacios de la misma hostia. ¿Y por qué no se puede estudiar con becas públicas para ser un rey que siempre es feliz?
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