Por lo menos no molesten
A este equipo de gobierno habría que llevarle a cualquier clase de Educación para la Ciudadanía, materia que ellos denostan, para que aprendieran conceptos teóricos y prácticos sobre lo que significa equidad, inclusión, igualdad, derechos y justicia social. Sin lugar a dudas estamos hablando de principios y valores universales que deberían formar parte del manual básico del buen político.
La sociedad, salvo unos pocos, espera de quienes se dedican a esto de gobernar, que sean honestos, sensibles con las necesidades reales de la gente, ayuden y sean empáticos. En el peor de los casos, si no son capaces de entenderlo, que por lo menos no molesten, incluido un “por favor”, para ser amables y educados.
Y todo esto viene a cuento de la última tropelía de las derechas en Granada que, eso de la equidad, lo han entendido como que cualquier granadino y granadina es igual ante los ojos del que recauda. Y como dueños del balón que creen que son, subirnos un tres por ciento el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), estés en paro o tengas una nómina de dos, tres o seis mil euros. Qué locura, aquella del PSOE, cuando propuso subir el IBI a las empresas con mayor valor catastral y mayores ingresos. Qué temerarios fueron cuando propusieron bajarlo un cuatro por ciento a las familias y a las pequeñas y medianas empresas. Entiéndase el tono irónico, por no utilizar otros más superlativos y peor sonantes, no admisibles más allá de una barra de bar.
Y no, esto no es todo. Ellos, que prefieren saber sobre la magia ilusionista en lugar de aprender de otra interesante asignatura como la de Valores Sociales y Cívicos, nos hacen juegos de magia transformando lo visible en casi invisible. Es lo que están haciendo con la Tasa Cero de recogida de basura y cualquier información que tenga que ver con la misma. Esta tasa es una bonificación de la que un número importante de familias con menos recursos se pueden beneficiar en, algunos casos, de hasta el cien por cien. Hacen suyo eso de “como no hay para todos, entonces para ninguno”, nos esconden la pelotita y para nadie, no vayamos a que alguien que no tenga, se entere y la solicite. De nuevo, entiéndase la ironía.
Y para rematar, en lugar de buscar cómo emplear a quienes están sin trabajo, demuestran una vez más su inoperancia e inmoralidad, dejando escapar más de nueve millones de euros provenientes de Europa para que 1700 personas tengan la posibilidad de encontrar un trabajo digno y de calidad. Como el juego es suyo y vale pulpo como animal de compañía, imponen y deciden que las ayudas, para nadie. Qué forma de entender la equidad. Suerte que el PSOE de la ciudad paró el pasado viernes esta irresponsabilidad manifiesta por parte de Luis Salvador y los suyos, y ahí estarán vigilantes para que esta indecencia no se lleve a efecto.
“La pelota es mía y solo juega quien yo diga”, es mas antiguo que la máquina de escribir, por más que algunos intenten blanquear a quienes piensan que las normas es cosa del que manda y nada más que del que manda. Que el equipo de gobierno de esta ciudad se haya apropiado de la pelota siendo cuatro de veintisiete, no le da derecho a tomar decisiones de manera tan unilateral, poco transparente y, lo que es peor aún, de forma tan insolidaria, injusta y con una clara falta de sentido ético. Los principios básicos de la democracia exigen dialogar, ser honestos y combatir las desigualdades. Tres acciones que no están incluidas en este desgobierno de la ciudad. Granada no lo merece.
