Relatos cortos sin recortar (El ojo afilado del bizco Zopenco) (8-9-2014)
El ojo afilado del bizco Zopenco
El bizco Zopenco es diputado en el Congreso de los Diputados (Madrid), y su jodido ojo afilado semeja una navaja de Albacete con un filo mortal que da miedo a los que en ellos fija su mirada. Su mujer, madre de sus siete hijos todos varones, de soltera ejercía la prostitución en una casa de alterne y puterío de alto copete, esas mansiones que son caras, libidinosas y en donde se sirven bebidas y drogas también de altos precios. El bizco Zopenco, con un pene ridículo por corto y torpe, iba a este lupanar de oro para copular siempre con la que después sería su señora de su matrimonio. Tenía una novia formal en la ciudad de la periferia territorial en la que fue elegido diputado y nació, pero cortó con ella de forma brusca cuando preñó de buena manera a la señorita puta, ahora su señora, y por primera vez y sin estar casados. El bizco Zopenco es multimillonario.
Un desastre lo calificaron sus padres. Una ruina lo calificó su ex novia formal entre lloros poderosos y simulados. Y un pésimo ejemplo político lo calificaron en el partido conservador en el que militaba. Aunque el bizco Zopenco que es marrullero, cojitranco, millonario, socarrón y con un corazón de platino, todo se lo pasó por el mismo forro de la cojonera. Él es totalmente feliz con su Paca, una dama que se lo cepilla como Dios manda todas las noches del año. El bizco Zopenco es poderoso con su economía, es hijo único que heredó unos sesenta mil millones de euros a la muerte de sus padres. Y como es muy desprendido con el partido porque le dona todos los años mucha pasta gansa, hace lo que le da la misma gana en él. Y como le da a la Iglesia Católica muchas limosnas, hace lo que le sale del escroto con los curas y obispos. Y como paga religiosamente a Hacienda, se pasa por los cojones la farsa social, económica, política, religiosa y cultural que existe en su país (España).
Ahora el bizco Zopenco, de nombre Amadeo y de apellidos Fanfán de los Godos y Gómez de la Membrillera, desea ser presidente del Gobierno de España. Y lo será sin duda alguna. Sesenta mil millones de euros no ponen Gobiernos ni quitan Gobiernos como el Corte Inglés vende pantalones vaqueros en las rebajas de verano e invierno, pero ayudan a ser presidente. El Bizco Zopenco, consigue todo lo que le apetece. Y a su señora la tiene como una emperatriz de Bizancio. Veranos en el Polo Ártico cazando orcas, osos polares y morsas. Inviernos con borracheras en todo el Caribe acotado totalmente para él y su familia. Primaveras jugando al golf con Dios verdadero. Y otoños viajando al espacio exterior para ver la caída de las hojas en los bosques del planeta Venus. Y el bizco Zopenco, no se arregla el ojo afilado porque se observa bellísimo e interesante ante el espejo. No le importa tener un pene escurridizo porque es padre de siete vástagos bizcos. El bizco Zopenco es un tipo genial. Y sesenta mil millones de euros también son geniales.
Popular ahora
