Un frente común por Granada
Hace dos semanas los granadinos asistimos atónitos a la publicación de Proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2022, los más paupérrimos de la historia de Granada, que dejan a la provincia en el puesto 49 de 52 en cuanto a inversiones. Unas cuentas irrisorias que, contra todo pronóstico y dicho por él mismo, tampoco gustan al alcalde de Granada, sin que ello conlleve por cierto ningún beneficio para la ciudad. De hecho, si algo ha demostrado Francisco Cuenca en las últimas 72 horas es que carece tanto de liderazgo para exigir a su partido unas cuentas justas como de palabra.
Tras manifestar a los cuatro vientos que iba a recrudecer el tono para exigir al Gobierno central una dotación justa para la capital granadina, no estuvo presente en la manifestación por la defensa del tren y la vertebración del territorio celebrada el pasado viernes perdiendo así la oportunidad de demostrar con hechos la verborrea que sale de su boca.
Lo mismo le ha pasado con el resto de proyectos comprometidos durante sus dos años en la ‘segunda línea’ de la Granada Covid. Cuando se cumplen cien días de Gobierno socialista en la ciudad solo podemos asistir con decepción al incumplimiento de todas las promesas realizadas durante un periodo de auténtica agonía en una capital realmente dañada por la pandemia que ha salido adelante gracias a una gestión responsable sin recibir ni un solo euro del Gobierno central.
Cuenca, que prometió una y otra vez una lluvia de millones, la bajada de los impuestos, el rescate del comercio, la hostelería y el turismo, ahora guarda silencio conservando incluso las mismas ordenanzas fiscales que aprobó el PP con una única novedad: La intervención radical en la vivienda privada siguiendo las instrucciones de su partido, cada vez más radicalizado a nivel nacional y que en nada benefician a los granadinos. ¿Para esto quería el PSOE el Gobierno de la ciudad?
Llegados a este punto, solo podemos sospechar que nada de lo anunciado por el alcalde desde el pasado mes de julio se cumplirá. Me refiero, por ejemplo, a proyectos como la creación de una oficina de atención a pequeñas y medianas empresas que tan mal lo están pasando ahora atacadas, además por los sablazos de Sánchez con la subida de la cuota de autónomos; la celebración de la comisión COVID para seguir poniendo coto al virus, la aplicación del plan antibotellón, que acabe con el desmadre que roba el sueño y el descanso a vecinos de todos los distritos, el refuerzo de la limpieza en una ciudad sucia donde los residentes se organizan para recoger la basura, o la mejora de la Oficina de Turismo, la última petición que hizo el PSOE en la oposición y que, tres meses después, y tras la recuperación del turismo, continua tal cual.
Ante esta situación, el PP como no podía ser de otra manera mueve ficha. Dentro de una oposición constructiva pensando en los intereses de los granadinos hemos invitado al PSOE a presentar unas enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado de forma conjunta de la mano de nuestros diputados. Lo que planteamos es hacer un frente común, contra el agravio al que nos tiene sometidos el Gobierno central de Pedro Sánchez. Porque, si en algo coincidimos, esto no va de partidos, va de sacar a Granada de una vez del furgón de cola. Y en esto, pese a las diferencias evidentes entre el Partido Popular y el Partido Socialista, Francisco Cuenca, siempre nos va a encontrar.
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