De un grupo de amigos a tocar el cielo
Pablo Pin no quiso dejar de festejar el ascenso con los jugadores con los que comenzó la andadura hace diez años · El Palacio rugió en otra noche inolvidable con la que Granada se quita la espina de 2011
Cuando el grupo de amigos que quiso montarse en la caravana del entonces recién creado Fundación CB Granada estaba claro que el sueño que siempre estaba presente era el ascenso a la Liga ACB de baloncesto. Pero los sueños, a veces, tardan en llegar.
Es lo que reconocía en la noche de este viernes Jesús Fernández entre la emoción de quien ha visto y jugado mucho baloncesto en el mismo escenario donde jugó numerosos partido en el proyecto del que formó parte desde los primeros días. Su camiseta de hecho preside el techo del Palacio de Deportes junto a la de Pablo García.
Aquel camino lo iniciaron aquellos jugadores en sus vehículos propios, apostando al todo por un caballo que podría ser más o menos ganador, pero al menos era ilusionante hasta tocar con la yema de los dedos el cielo como se ha conseguido este 13 de mayo.
Esta fecha que para muchos podría ser un día malo -viernes 13- entra por la puerta grande del Coviran Granada y de la historia del baloncesto granadino, que ha tenido que esperar a la segunda para volver a la élite después de que el año pasado Breogán Lugo golpeara las ilusiones de toda una afición.
El Palacio de los Deportes volvió a rugir como en las grandes citas, como en la misma que también en un mes de mayo pero de 2004 el extinto CB Granada logró el ascenso a la Liga ACB para la etapa más duradera en la élite del baloncesto granadino.
Ahora se inicia otra bien diferente, que permite ilusionarse y soñar con lo que estos locos han sido y son capaces de hacer. Lo esencial es disfrutar, pues Granada vuelve a estar en el cielo.