El éxito pasa por la medular
Resino ha encontrado en Fran Rico y Rubén Pérez el equilibrio necesario para controlar el centro del campo y que le dio buen resultado ante el Málaga
Rubén Pérez y Fran RIco se han convertido en una pareja sólida en el centro del campo. Foto: Álex Cámara
Han pasado ya siete jornadas desde que Abel Resino aterrizó en el Granada CF y el técnico ha ido poco a poco puliendo la plantilla, implantando sus ideas y, ante todo, recuperar el optimismo de un equipo que estaba deportivamente hundido.
El técnico ha mejorado en algunos aspectos a su antecesor, Joaquín Caparrós, pero si algo ha dejado claro es de la importancia que debe tener en el equipo lo que suceda en la medular, en la que Fran Rico y Rubén Pérez se han convertido en una pareja clave para lograr el objetivo.
El éxito de la plantilla en el partido del pasado sábado ante el Málaga se basó precisamente en el protagonismo que asumieron los futbolistas de más toque del equipo y que con el gallego y el sevillano permitieron al equipo granadinista tener el balón durante mucho más tiempo y, además, distribuirlo mejor.
Precisamente, el juego de balón es una de las bazas que Resino ha tratado de imponer desde que llegó al contrario del juego directo de Caparrós. Rubén Pérez y Fran Rico se han convertido en piezas fundamentales para tratar de jugar más la pelota, trenzar varios pases consecutivos y superar así una barrera psicológica que hasta hace unos meses era más bien una utopía.
Pero el trabajo que los dos futbolistas del pivote centrocampista ejercen en cada encuentro no se limita solo al juego de balón, sino a unas tareas 'sucias' y poco vistosas que van desde la presión al rival como en la búsqueda de recuperar balones o intentar generar huecos donde no los haya.
A todo ello hay que añadir también los golpeos a balón parado o los disparos lejanos con los que tratan de probar al meta rival y que en ocasiones han generado alguna oportunidad de peligro que, bien a la primera o bien en una segunda acción podrían haber derivado en el ansiado gol.
Pérez y Rico se han convertido en dos piezas fundamentales para generar optimismo entre la afición, a la espera de que sus compañeros de arriba y de banda terminen por poner la guinda a un equipo que en nada se parece al que dejó Caparrós cuando se marchó.
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