sábado 27 abril
PREGÓN SEMANA SANTA DE GRANADA 2024  |   |

Emoción y sentimiento en el canto cofrade de Pepe Espinel a Granada

Con una estructura próxima a un romancero, ha repasado cada día de la Pasión granadina intercalado con aspectos esenciales, tanto a nivel personal como en el mundo de las hermandades

Espinel durante su intervención en el pregón de la Semana Santa de Granada. Foto: Álex Cámara

Granada ha pregonado oficialmente su Semana Santa. Lo ha hecho con un texto de poco más de una hora de Pepe Espinel, quien ha relatado con su canto a la ciudad, a través de la emoción y los sentimientos, las vivencias de ayer, hoy y siempre de cualquier cofrade granadino.

Espinel inició su pregón con unas emotivas palabras a su padre, recientemente fallecido, y a todas las madres, en especial a la suya, para dar continuidad a su introducción con un canto basado en el romance en el que ha asegurado que la Semana Santa en Granada es “todo el año en siete días, la vida en una semana, siguiendo por mi Granada, tu divina melodía”.

“El pañuelo y la mantilla, siempre son tu itinerario, que la oración llegue al cielo, como cuentas de un rosario. Qué orgullo de ser cristiano y acudir a esta llamada, la gloria no espera nada pero Dios está esperando tu sí comprometido. ¡Vamos al cielo te digo!, voy descontando los días, la gloria en una semana, que la espera ya termina, ¡vamos al cielo, Granada!”, ha pronunciado el pregonero arrancando una sonora ovación de los asistentes al Isabel la Católica antes de desglosar la estructura de su texto, basado en una combinación por días de la pasión granadina con otros aspectos personales, profesionales o vinculados a los ocho días más mágicos por los cofrades granadinos.

De este modo ha iniciado su canto llevándolo ante la Patrona de Granada, a la que ver a diario en la Carrera y de la que recordó que “cada lágrima que brota” de sus ojos es “un rayo de esperanza al que agarrarse con fe, unas veces como última opción, otras como infinito agradecimiento”. “En tu manto de gran madre cabe Granada al completo, tus Angustias son cobijo del miedo de madrugada”, ha añadido.

El Domingo de Ramos no es un día cualquiera para ningún cofrade y tampoco para el pregonero, tal y como ha quedado plasmado en su intervención, en la que ha incidido en que “entre palmas y olivos” despierta el sueño del cofrade, en un día que ha calificado como “bendito” en el que amanece “amanece una ciudad que enloquece siguiendo a Dios a su Madre”. Una a una ha ido dedicando palabras desde lo más profundo de su sentimiento a las hermandades, con especial influencia del Despojado, de la que es hermano.

La cita se ha celebrado en un Isabel la Católica a rebosar. Foto: Álex Cámara

Barrio y centro en el Lunes Santo de Granada

“Barrio y centro” se combinan en el Lunes Santo de Granada para el pregonero de su Semana Santa, que ha recordado que a las cuatro de la tarde quien no ha visto la calle Polinario “no sabe lo que quiere el Zaidín a su Cristo y a su madre”. “Todos tenemos nuestra hermandad pero es imposible no pasar por delante de tu templo y postrarse a tus pies que recogen las suplicas sencillas de una ciudad que te adora”, ha afirmado sobre el Rescate, en un bloque en el que ha habido palabras también para Los Dolores, “tan cercana y natural”; la Amargura, cuya “verdad se configura y hasta se paran las horas, llorando por que tu lloras”, o San Agustín, del que ha recordado que protege a Granada desde su cruz “eterna”.

El viaje por la Semana Santa de Granada ha continuado en “el cortejo de la ilusión” que a su juicio aporta la Hermandad de la Lanzada desde el Zaidín, en un Martes Santo en el que ha recordado que junto a la Virgen de la Caridad pasó sus primeros minutos tras ser pregonero. Sobre la Hermandad del Gran Poder ha dicho que el silencio de su titular “es el que calla, cuando pasa penitente, la barca que nunca encalla, si te lleva la corriente”. “El Realejo es un mar de cofrades siguiendo tu humildad”, ha dicho el pregonero sobre la Cañilla, mientras que sobre el Vía Crucis ha recreado que la luna “vuelve l a vista con la mirada empañada, porque no aguanta el dolor” al ‘verla’ discurrir por la Carrera del Darro camino de San Juan de los Reyes.

Sobre el Miércoles Santo ha recordado que su Dios es gitano, en alusión a la hermandad del Sacramente, en una jornada de pasión en la que ha destacado las “impecables formas” de la cofradía Universitaria, el silencio del realojo de Jesús Nazareno con una “imponente mirada” y Paciencia como lugar para cobijarse en caso de que las fuerzas le fallen. Sobre la Virgen del Rosario ha dicho que la llevan “costaleros que son ángeles del cielo, caminando” por su barrio.

El anuncio de la muerte de Cristo se intercalan entre Albaicín y Zaidín en el Jueves santo, un día en el que Granada “bebe” de sus “recuerdos” y era y es el día en el que “dos barrios caminan hacia el centro”. La Redención “el flagelo del pecado pone”, mientras que el Señor del Amor y la Entrega “camina despacio” por la Carrera del Darro. Con “interminables filas de capirotes” parece Jesús del Perdón por la Cuesta de San Gregorio “como Cordero de Dios”, y “después de una noche inmaculada llena de Estrellas siempre el cielo nos regala su Aurora”, ha apuntado sobre la hermandad de San Miguel Bajo. Capítulo especial ha merecido la Hermandad del Silencio, que ahora cumple 100 años y que fue cofundada por su abuelo: “Qué bonita coincidencia, cien años después”.

Cinco llagas y un lamento han dado cabida al texto para el Viernes Santo, en el que el pregonero ha recordado el momento icónico de la Hora Nona en el Campo del Príncipe, narrando lo que se vive el resto de la jornada en la que la Virgen de la Misericordia es “cobijo” de su llanto cuando reza, pues en ella suspira. “Es tarde de Cristo muerto y de traslado al sepulcro. Dios sin vida pasea solemne por una ciudad que está de luto”, ha pronunciado antes de adentrarse en los dos últimos días de la pasión.

Del Sábado Santo ha recalcado que las manos de la Virgen de las Angustias “se enlazan como la muerte a la vida”, mientras “buscamos “a mano que nos sostenga, a veces sin darnos cuenta que la tenemos tan cerca”. Sobre la mañana de Pascua ha recordado que el amor “ha vencido” y sigue haciéndolo “cada día”, mirando a la cara a los niños del Dulce Nombre, a la Virgen del Triunfo o la Hermandad del Regina.

Espinel ha tenido momentos para hablar de forma íntima y otros en situaciones comunes. Foto: Álex Cámara

La Banda Sonora de la Semana Santa de Granada

En los apartados que el pregonero ha ido intercalando con cada día de la Pasión granadina, José Espinel ha dedicado el primero de ellos a la primavera y el despertar que se produce en la ciudad con motivo de esta época del año, en la que las campanas, ha dicho, “convocan a una cita que no acaba”, con palabras de amor y entrega a la capital, en donde “siempre” halla al Señor al pasar por el Arco de Elvira y subir por Albahaca buscando “la huella de amor de Cristo camino del Calvario”.

Otro de los capítulos ha ido dedicado a la música que se escucha durante la Semana Santa, que es “un bendito milagro que te hace revivir durante todo el año la pasión de una semana”. En este sentido ha tenido palabras para los compositores y para las principales bandas y agrupaciones de la ciudad, a las que ha deseado que el Señor “premie las horas, los desvelos y sinsabores porque lucháis por escribir una partitura gloria para la música cofrade”.

Su etapa radiofónica también han merecido un capítulo para el pregonero, así como a los medios de comunicación, de los que ha deseado que “nunca se calle la voz de los que cuentan cosas”. Uno de los apartados más emotivos ha sido el que ha dedicado a su hija Loreto, cómo cuando le comunicaron a él y su mujer la pérdida de Manuel, el que sería su cuarto hijo, con el riesgo que ello entrañaba para la madre. “En tu cintura para siempre prendido el deseo de la vida. Nunca dejes de pedirle y darle gracias a la Madre De Dios. Ella es y será siempre nuestra Esperanza”, ha exclamado.

Ya anticipó el pregonero que su intervención no iba a ser reivindicativo, si bien ha defendido que ser cofrade es estar al servicio de la hermandad y la parroquia a la que cada uno se sienta vinculado, para los que ha pedido ofrecer el trabajo “para mejorar el lugar cada día se administran los sacramentos”.

También ha tenido elogios hacia la Juventud, de la que ha recalcado que es la “bendita realidad del futuro que se aproxima a la vuelta de la esquina”.

Su ‘sueño’ de este primer domingo de Cuaresma en Granada ha concluido con un final “que siempre comienza” en un momento en el que se intercalan túnicas “bien planchadas” con quinarios, besamanos o pregones.

“Y como siempre María, el final de mi palabra, se hace tuyo en este día. Cuando mis versos se acaban, resuena la sinfonía de tu pasión consagrada. La divina alegoría de tu muerte derrotada, resucita a la alegría. Y así lo digo, ¡Papá, como tu querías!, ¡Pregonándole a Granada!, Dulce Nombre de María. Despojado, ¿me despiertas? ¡Que se abran ya las puertas y avance la Cruz de Guía!, ha concluido.

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