100 días y 730 noches
El pasado 15 de octubre se cumplieron los primeros 100 días del segundo gobierno municipal presidido por Francisco Cuenca. Al igual que en su primer mandato, no ha sido este inicio el tradicional periodo de cortesía concedido a los ejecutivos con el fin de que planteen sus principales lineas de actuación.
Desde el primer día que Cuenca volvió a asumir la Alcaldía de Granada se comenzó a restablecer una normalidad política que se perdió tras los rocambolescos pactos de Cs, PP y Vox tras las elecciones municipales de 2019. El veto de Vox al candidato del PP y un candidato popular vetado por su propio partido puso en manos de Cs la alcaldía de Granada, cuando este partido ya comenzaba a mostrar los primeros síntomas de una grave crisis interna. Cual pesadilla que se prolongara durante 730 noches, Granada ha sufrido dos años en los que las noticias sobre los mezquinos enfrentamientos entre los socios de ese pacto llegaron a competir, a nivel local, con el seguimiento de los devastadores efectos de la pandemia en nuestra ciudad.
A penas hace 100 días que Granada asistía, atónita, a la disputa sobre si el Alcalde de C,s lo era solo para dos años, sobre quien podría ser el candidato del PP para los dos siguientes o si el sería Vox o D. Sebastián Pérez quien impondría el candidato al PP. A penas hace 100 días que esta ciudad contemplaba, perpleja, como los concejales populares y la mitad de los miembros del grupo de Cs dimitía de sus responsabilidades en el gobierno de la ciudad. A penas hace 100 días esta ciudad contaba los días de podía durar una obstinada resistencia a asumir que una ciudad no puede ser gobernada por un Alcalde que se había quedado solo.
En apenas 100 días, Francisco Cuenca y su equipo han conseguido que este lamentable episodio nos parezca hoy lejano, casi un vago recuerdo de una larga pesadilla que se hubiera prolongado durante 730 noches.
En apenas 100 días, volvemos a asumimos con normalidad que el gobierno de la ciudad gobierne, que retome proyectos que han permanecido abandonados durante dos años, que inicie nuevos proyectos de los que debatir, a los que apoyar o sobre los que disentir. Como dolorosamente hemos aprendido, retornar a la normalidad no es una tarea fácil por lo que este primer logro de su segundo mandato nadie podrá discutírselo a Francisco Cuenca.
Resta esperar que también el grupo municipal del PP recupere una cierta normalidad en su labor como oposición, la ciudad lo agradecería y los 100 días de cortesía también han pasado para ellos.
