jueves 2 mayo
Opinión  |   |

El dogmatismo de los que no viajan

No hay duda de que viajar te permite la posibilidad de conocer culturas diferentes y aspectos novedosos de lugares más o menos conocidos. En efecto, y supongo que es algo que ocurre en general, siempre hay un detalle que llama nuestra atención, ya sea un cultivo determinado, un estilo en la cocina, construcciones... Sin necesidad de recorrer muchos kilómetros siempre encontrarás ese aspecto diferente que atiende a un modo distinto de enfrentar una situación o un problema.

Y curiosamente, las estaciones de tren, de autobús, los aeropuertos, son algo carente de personalidad. Eso sí, pueden ser mas agradables, mas modernos… pero en sustancia (si no fuera por el idioma) da igual que te encuentres en Berlín, o en Reikiavik.

A mi modo de ver, quienes gobiernan nuestro Ayuntamiento se identifican más con lo segundo que con la primero. Por las circunstancias de su nacimiento, nos encontramos con el hecho de que son un producto con escasa personalidad y nulo liderazgo. No niego el afán y voluntad de algunos de sus componentes, pero cuando se gobierna un Consistorio, se ha de ser capaz de encauzar un proyecto colectivo para la ciudad. Y además tener la capacidad para poder liderarlo. Pues en el Ayuntamiento de Granada ni hay proyecto colectivo, ni líder que lo encabece.

Recientemente hemos tenido la ocasión de vivir un hecho que acredita lo que afirmo.

El 15 de noviembre de 2019 la Junta de Gobierno Loca, por vía de urgencia aprobó el desistimiento del proyecto “Granada en Clave de Empleo”. Esta decisión suponía rechazar la posibilidad de poner en marcha distintos itinerarios formativos de personas desempleadas por valor de 9.414.385,86 euros, con lo que se podrían atender unas 1.700 personas. El rechazo se basaba, en síntesis, en que se consideraba que esos cursos de formación no eran los más adecuados.

El Grupo Municipal Socialista, con carácter de urgencia, presentó una moción ante el Pleno que, tras su debate, resultó aprobada por mayoría. Dicha moción requería al Gobierno, primero a retirar el desistimiento acordado en la Junta de Gobierno Local, y en segundo lugar solicitaba al equipo de Gobierno que realizaran los cambios de itinerarios que entendiera necesarios, a fin de que el Ayuntamiento pudiera ejecutar y poner en marcha el plan formativo para atender a esas 1.700 personas desempleadas.

La reacción del bipartito fue aceptar el contenido resolutivo de la moción, y comunicar al Estado la renuncia al desistimiento acordado. Queda pendiente ahora la segunda parte de la moción que implica el estudio de los itinerarios y en su caso su cambio, para lo que se comenzará a trabajar desde esta misma semana.

Pero con independencia del asunto concreto, en lo que quiero detenerme es en el dato de que tras toda una suerte de presión por parte de sindicatos, Junta de Personal del Ayuntamiento y la moción presentada por el Grupo del PSOE, el gobierno de marcha atrás en su decisión, y alcance un acuerdo de intentar recuperar el proyecto.

Hay que recordar, de nuevo, que nuestro Ayuntamiento está gobernado por un Alcalde y tres concejales de Ciudadanos, con la participación de otros siete concejales del Partido Popular, sin que tengan suficiente mayoría en la corporación. Dada la configuración actual el dialogo y la negociación deberían de ser la tónica general, pero en la práctica, es la excepción.

La Moción aprobada por el Pleno a la que hemos hecho referencia más arriba, ha sido en esta ocasión, el vehículo para cambiar una de las decisiones adoptadas en la Junta de Gobierno Local. Con independencia del valor jurídico de las mociones, lo cierto es que en la práctica se podría decir que el Pleno ha volcado la decisión formalmente adoptada de desistir del proyecto “Granada En clave de empleo”.

A diferencia de los ruegos y preguntas, las mociones sí son propuestas que realizan los grupos de la corporación, y por tanto sujetas al debate y votación. De hecho la estructura formal del escrito que se presenta al Pleno consta de una breve exposición en la que se fundamenta y otra parte en la que se concretan los acuerdos que se proponen para adoptar.

Es verdad que la escasa regulación legal de las mociones, así como el sistema de nuestras Corporaciones locales en donde predomina la figura del Alcalde, puede generar cierta problemática en cuanto a la determinación de sus limites.

Pero también es cierto que, como decía más arriba, el hecho de que muchos ayuntamientos adolezcan de mayorías estables hace que la oposición busque formulas no solo para el control de la gestión, sino también para adoptar acuerdos o resoluciones que impliquen deberes para la corporación, y todo ello respetando las competencias de cada uno de sus órganos, y por tanto sin menoscabarlas.

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Columnista
José María Corpas

Concejal del Grupo Municipal Socialista y Secretario de Política Municipal del PSOE de Granada capital

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