Luna creciente (Adenda política) (23-5-2014)
Adenda política
Una adenda, normalmente en términos jurídicos, es un apéndice o conjunto de notas añadidas para cerrar un convenio, un contrato, una obra escrita o un documento cualquiera que vincula como mínimo a dos personas físicas o jurídicas con normativas para aclarar, completar o rectificar contenidos. Y una adenda política es un galimatías bestial de gordo por el que dos partidos políticos, después de ponerse de acuerdo, recelan al final y no se fían el uno del otro. El convenio maravilloso del Metro Ligero de Granada, entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada, no se cierra de forma definitiva porque no se ponen de acuerdo en la “pasta flora”, el dinero, que cada una de estas dos instituciones tiene que aportar. Por el maldito “parné” de curso legal, se puede deshacer una maravillosa amistad política entre la edila delegada de Obras Públicas en el municipio granadino, a sus pies doña Isabel Nieto, y el delegado de Obras Públicas de la Junta en Granada, don Manuel Morales. Siempre pierde Granada con estos partidos políticos, necesarios para la democracia, que son tan partidistas y que siempre quieren arrimar el ascua a su sardina. Y que al pueblo soberano le den por allí… ¡Ay Granada! Todos los políticos te quieren. Todos los políticos dicen que luchan por ti. Y es mentira. Los políticos luchan por sus banderías. Por sus reinos de taifa. Por sus pesebres. Por sus corralas de vacas. Por sus intereses. Y al pueblo soberano, que le den por allí… ¿Llegará el día en el que la democracia, la justicia y el bienestar común prime por encima de los interese de los partidos políticos? No lo creemos. Aunque si creemos en el mejor arreglo para el Metro Ligero, el pueblo soberano lo demanda.
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