Luna creciente (Mate al bipartidismo) (26-5-2014)
Mate al bipartidismo
Después de cumplido el rito diario de la asepsia personal, cumplimentado el desayuno para iniciar el día con las suficientes fuerzas, terminada la curiosidad de leer la prensa diaria, me encaminé todavía con cierto idealismo casi agotado al colegio electoral que me corresponde para depositar mi voto y hacer que los eurodiputados que corresponden a mi provincia, Granada, sean unos nuevos o continuados millonarios que reciben al mes la estimable cantidad de algo más de diecisiete mil euros que solo tributan un poco más de ocho mil al 22% por ser un eurodiputados en el Parlamento Europeo. Escribió Ranón Gómez de la Serna: “Que el mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo”. Y no estoy de acuerdo con esta frase de tan clara greguerías. Y porque aún es mejor y está superiormente pagado, ser eurodiputado. He vuelto a votar con la ilusión de aquel que cree que lo único democrático que todavía existe en las variopintas democracias parlamentarias existentes, es votar. Y por esto he vuelto a votar a aquellos a los que siempre he votado; o sea: a los que no son el PP ni el PSOE. Uno en su ilusión, quizá en su elucubración, todavía cree que el marxismo será lo único que sea capaz de corregir al Sistema de Libre Mercado del Capitalismo más feroz y a la corrupción económica y política existente en este bellísimo país que atiende por España. Siguiendo la senda de las palabras marcadas por el Cholo Simeone, uno no puede jamás desprenderse ni renunciar a su madre, al club de sus ideales, en este caso mío del Real Madrid y añado una tercera cosa también irrenunciable: el partido político de nuestro corazón social, económico, cultural e ideológico. Felicidad a los nuevos ricos ya europarlamentarios. Lo he repetido ya varias veces que escribió Montesquieu: “Que la corrupción raras veces comienza por el pueblo”. Decencia y libertades. Esto espero. Mate al bipartidismo.
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