Luna creciente (Surrealismo y ridículo) (11-5-2015)
Surrealismo y ridículo
André Breton, escritor francés, en el Manifeste du surréalisme, definió al surrealismo como “resolver las condiciones, en principio contradictorias, del sueño y la realidad, en una realidad absoluta, en una superrealidad”. Y lo ridículo es aquello, un adjetivo, que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a la risa. Algo expuesto a la burla o al menosprecio de las gentes. La dama Díaz, doña Susana del PSOE, presidenta en funciones de la Junta de Andalucía y aspirante a volver a serlo en una votación con mayoría simple para su investidura, absteniéndose otros grupos políticos, algo que todavía no ha conseguido, parece ser una inculta con un cierto tufillo a cultureta cuasi analfabe. Lo surrealista, si se pudiese definir así a una situación política concreta, a la que se está dando en el Parlamento de Andalucía, es no convocar de nuevo elecciones autonómicas para que el pueblo soberano, votando de nuevo, exprese su deseo electoral. La dama Díaz, doña Susana del PSOE, parece que convocó de forma surrealista las elecciones anticipadas. Y soñando que las iba a ganar. Pero su sueño no se convirtió en realidad, no se convirtió en superrealidad, y ahora hace el ridículo con sus cánticos a la irresponsabilidad de los demás grupos políticos. Y porque éstos no la dejan gobernar. La irresponsabilidad, si existe, solo es de la dama Díaz, doña Susana del PSOE, y ya que lo que debe de hacer, inmediatamente, es dimitir. Y previo haber convocado nuevas elecciones autonómicas. ¿No es legítimo que otros grupos políticos, sin ser los más votados, aspiren a una coalición o a nuevas elecciones para que no gobierne el PSOE, ese de los ERE y de los Cursos de Formación que todos los altos cargos socialistas han olvidado por completo como nebulosa cósmica o como delincuencia política sideral?
