domingo 28 abril
Opinión  |   |

Pedir perdón, reconstruir

Retomo esta columna tras cinco meses de paréntesis. Muchas cosas han sucedido o están sucediendo en política en este tiempo, las elecciones municipales, las generales, la fracasada investidura de Feijóo, el inicio de las negociaciones para la posible investidura de Sánchez, los primeros 100 días de Carazo como alcaldesa... y también de nuevo la guerra y el exterminio.

Lo primero que quiero hacer es pedir perdón a todas las personas a las que nuestro fracaso electoral en las municipales ha dejado huérfanas de representación en el Ayuntamiento de Granada. Perdón, perdón, perdón y mil veces perdón. Se puede fracasar por muchos motivos pero cuando la principal causa han sido nuestros propios errores solo cabe asumir nuestra responsabilidad, analizar lo sucedido y contraer el compromiso de trabajar por la reparación del daño.

Este espacio es víctima de ataques virulentos y articulados por los grandes poderes fácticos que controlan el país, desde las cloacas del Estado profundo, hasta parte de la judicatura o el poder mediático, con una combinación de ninguneo y noticias falsas. Ninguno de ellos ha escatimado esfuerzos para lanzar descrédito contra nosotros. Pero ante esa durísima realidad lo último que cabe es no estar a la altura y actuar de forma tan decepcionante, dividiendo nuestras fuerzas y entrando a competir entre nosotros como hicimos en las pasadas elecciones municipales.

Es evidente que se trata de una responsabilidad compartida, aunque no cabe pensar que la culpa deba repartirse a partes iguales. Es seguro que todas las personas implicadas hemos cometido errores, pero no todas en la misma proporción, ni con la misma conciencia. Tengo claro que, en este caso hay personas, con nombres y apellidos, que han sido las principales responsables de la división y por tanto de que la izquierda, pretendidamente del cambio y la transformación, se haya quedado fuera del Ayuntamiento. Ninguna interpretación tergiversada podrá disfrazar la responsabilidad de cada cual. Cuánta torpeza, cuánta insensatez e irresponsabilidad.

Es imperdonable que se hayan dilapidado cuatro años de intenso trabajo y esfuerzo colectivo y plural, de haber elaborado y presentado un sin fin de iniciativas de mejora de la ciudad y de saneamiento de nuestro Ayuntamiento, un sólido programa alternativo, tan realista y solvente como ambicioso, cuyas propuestas en gran medida han sido copiadas por unos y otros que, faltos de ideas, no han dudado en usurpar en sus discursos para luego mal aplicar en la práctica.

Una vez más las pulsiones propias de una cierta izquierda, que prefiere ser cabeza de ratón y que no se toma en serio sus propios códigos éticos, han hecho descarrilar tanto trabajo y tanta ilusión y han dejado expedito el camino para un gobierno de la derecha, con mayoría absoluta, después de que ésta sea la responsable de haber llevado a nuestro Ayuntamiento a la ruina y tras dos años de una penosa gestión y su doble ruptura interna debida a sus propias ambiciones partidistas o personales.

Pero ya no caben lamentos. Es tiempo de reconstruir el espacio, aprovechar todo lo que se ha hecho bien, toda la experiencia y conocimiento acumulados y plantearse nuevos objetivos. Granada necesita una alternativa de progreso y de cambio. A pesar de los sucesivos discursos triunfalistas de los partidos del turnismo, nuestro Ayuntamiento sigue con serios problemas financieros, un déficit de 64 millones que no para de crecer, nuestra ciudad continúa con problemas de contaminación, de movilidad, de ruidos, de abandono de sus barrios y de sus jardines, con continuas talas de árboles. Con unos servicios sociales insuficientes y con los dos más importantes y cuantiosos contratos de servicios (recogida de basura y autobuses) vencidos tras 50 y 60 años de vigencia, que se dice pronto. Con una ciudad en la que sus servicios están en manos de multinacionales que se forran a costa de nuestros bolsillos. Donde se sigue insistiendo en un modelo de ciudad que provoca la gentrificación de sus barrios históricos, con la expulsión de sus vecinos, a base de apostar por una turistificación excesiva, convirtiéndola en un parque temático, llena de ruidos, de precariedad laboral y con sus plazas y aceras sobrecargadas de terrazas, con un urbanismo que abusa del hormigón, asfalto y plástico, generando inmensas islas de calor. Con miles de viviendas vacías y unos alquileres inasumibles para tanta gente...

Todos estos problemas, y muchos más, sólo pueden afrontarse desde una confluencia política, plural y comprometida a fondo por buscar soluciones efectivas que favorezcan la vida de la mayoría de la gente.

Tenemos la experiencia de cuatro años de incesante estudio y trabajo. Y contamos con el modelo de integración de la diversidad que supone Granada se Encuentra, donde participamos Podemos, Alianza Verde y personas independientes, en pie de igualdad, colaborando de acuerdo al modelo de asamblea soberana para adoptar las decisiones importantes, con el criterio de una persona un voto y con primarias abiertas. Todo es mejorable, sin duda hay muchas cosas que corregir, pero creo que es un buen punto de partida para reconstruir un espacio unitario, abierto y plural que es imprescindible para mejorar Granada y su Ayuntamiento.

Seguimos adelante.

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Columnista
Miguel Martín Velázquez

Portavoz de Podemos Granada

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