Personas sin hogar: La necesidad de asistir
La presencia de personas sin hogar en nuestras calles es cada vez más frecuente. Si damos un paseo por Granada es fácil encontrarnos con personas durmiendo en soportales, huecos de edificios, portales, o cualquier espacio que pueda evitar el relente de la noche. Son hombres y mujeres, con mayor frecuencia hombres, cuyas vidas destrozadas, nos muestran ante nuestros ojos la cruda realidad de la fría noche. Es una situación de carácter social que en nuestra ciudad afecta a alrededor de doscientas personas. De ellas solamente unas cien tienen opción a poder dormir bajo techo en los escasos albergues de que se disponen.
Casi todos los estudios y trabajos que se han realizado sobre las características de este colectivo suelen aportar la misma demografía. Los protagonistas no deseados de esta triste película suelen ser varones, con mayor frecuencia que mujeres, con edades medias alrededor
de la cincuentena de edad, y cuyas causas más frecuentes para estar en la calle son situaciones de adicción a drogas, alcohol, inmigración o acogida internacional. Andalucía, en términos generales, es de las comunidades autónomas que supera la media de presupuesto por centro para realizar esta labor, estando alrededor de los 450.000 euros.
Aún en otoño, desde hace una semana aproximadamente, las temperaturas nocturnas han descendido de manera notable. Estas personas están soportando en estos días temperaturas inferiores en ocasiones a los dos grados. Es obligado concluir que la apertura del Centro de Alta Tolerancia en Granada, de responsabilidad municipal, debiera estar abierto en horario nocturno durante todo el año tal y como se comprometió el alcalde de Granada.
Hace escasos días y tras asistir a la exposición que bajo el lema “la calle mata” diversos colectivos nos participaron de una reflexión, serena, sobre esta problemática. Es cierto que esta misma plataforma puso de manifiesto al anterior concejal-delegado del área de Derechos Sociales, Sr. JA Huertas, la queja de su escasa atención y sensibilidad.
Precisamente, una de las exigencias del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento en estos dos últimos años, ha sido adoptar un mayor compromiso social y económico con las personas sin hogar. Y en función de lo argumentado quizás no les faltaba razón. Pues bien, ahora tienen la oportunidad de atender y reparar aquello que, según su opinión, se ejecutaba tarde, mal y siempre con escasos recursos económicos y además tienen la opción de resarcir la escasa sensibilidad demostrada por el anterior concejal ahora compañero de su viaje en el Gobierno socialista de la capital.
Nosotros como Grupo Municipal Popular, pedimos, no con la misma vehemencia, pero sí con seriedad y rigor, que se desarrolle un adecuado programa municipal para atender al máximo número de personas posible. Desde el PP hemos apostado por la aprobación de una Ley marco de Servicios Sociales y el desarrollo de una estrategia nacional contra la pobreza y la exclusión social.
Nos gustaría conocer cuáles son los planes que la actual concejal del área, Doña Nuria Gutiérrez, también muy exigente con el Señor Huertas, estando la oposición, ha preparado para atender a estos hombres y mujeres. Hace unos días se lo preguntamos en el Pleno ordinario del Ayuntamiento y nos contestó con el listado de recolocación de algunos funcionarios, nada que ver. Queremos conocer presupuesto, acciones concretas así como el estado del proyecto para la creación de un nuevo albergue municipal o de la apertura del Centro de Alta Tolerancia en horario nocturno durante todo el año. Hoy mismo, la concejal responsable segura que ha adelantado la campaña contra el frío sin especificar exactamente qué recurso ha activado pues el Centro de Alta Tolerancia sigue con sus puertas cerradas a cal y canto al caer la noche.
Sorprende así esta declaración que es un ataque directo al anterior responsable del área pero que además no se corresponde con la realidad pues, de momento, el equipo de Gobierno socialista, no ha hecho absolutamente nada nuevo por las personas sin hogar más allá de lanzar un titular.
La calle es muy fría, sólo deseamos que la pasividad en respondernos a estas cuestiones, no sea tal que enfríe aún más el corazón y el cuerpo de estas personas.
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