Relatos cortos sin recortar (Mariposas vampiro homosexuales) (4-7-2014)
Mariposas vampiro homosexuales.
Un frenesí de abrazos, mientras volábamos desnudos cerca del techo del enorme salón de mi castillo medieval, fue el maravilloso y dulce preludio de que nos chupábamos la sangre, el uno al otro, mordiéndonos en el cuello con nuestros afilados caninos siempre sedientos de sangre. En aquella noche tenebrosa que estaba sumida en una horrorosa tormenta estival, nosotros dos celebrábamos el Día Mundial del Orgullo Gay. Y también nos amábamos con la locura de más de mil años. Somos mariposas vampiro homosexuales que estamos enamorados. También somos dos seres de la noche y de ese oscuro deseo que es amarnos física y mentalmente como vampiros. Y nutrirnos con nuestra sangre y con la de todos los incautos que pululan por las noches como ingenuos manjares deliciosos.
Lo poseí en el mismo ataúd en el que dormía cuando la claridad del sol era día diáfano. Lo penetré por su ano, y mientras también lo mordía en su yugular. Él se despertó con una sonrisa de satisfacción total, y exclamando que estaba gozando como una mariposa vampiro a la que se le había ido volando la cabeza al infinito. Y yo tuve una eyaculación gigantesca que también me llevó al escándalo del gozo vampírico del que chupa sangre y copula al mismo tiempo. Mi homosexualidad ya hace novecientos años que la saqué de mi ataúd, fue en el día que conocí el amor de manos de mi maestro. Mi maestro me mordió en la vena carótida, y al tiempo que me penetró en mi propia cama en la casa de mis padres. Hace ya novecientos años que soy mariposa vampiro homosexual, y cada día gozo más con ello.
Soy guapo, mariposa vampiro y homosexual. Soy una ancestral máquina de copular y de chupar la sangre a todos aquellos a los que les pongo el ojo encima. Tengo tanto éxito con los hombres, que ya les gustaría tenerlo a casi todas las mujeres. No se me escapan muchos hombres, y aunque éstos se den de machos intocables. Y poseo el don de poder salir en los espacios temporales en los que el sol está alumbrando. No necesito que sea de noche para actuar. Y no les hago asco a las mujeres. A ellas también las amo en la cama para después chuparles su exquisita sangre femenina. Soy anormal. No soy el prototipo cerrado de mariposa vampiro que es homosexual a ultranza, puro total, y porque también me atraen las mujeres. Funciono a dos bandas. Y a veces, hago camas redondas portentosas.
