domingo 5 mayo
Opinión  |   |

Relatos cortos sin recortar (Niños y niñas mayores) (17-10-2014)

Niños y niñas mayores

Una niña y un niño están juntos en el dormitorio de ella. Es en una maravillosa mañana del principio de un verano feliz. Los pájaros cantan en el jardín con dulces trinos. El sol alumbra y calienta con los cálidos rayos de una jornada fantástica. La vida es tan bella que parece de chocolate y nata. Y él le dice con voz melosa, catarral y acaramelada…

-Mari Pili, querida, no seas mala. Volvamos a jugar a los médicos. ¿No sabes que tengo muchas ganas de jugar contigo? Tienes muy mala conciencia conmigo. Vas a ir al negro y cruel Infierno. Y allí vas a arder como un leño encendido. Tú te desnudas, y yo te opero con mis manos en esa parte de tu cuerpo que es diferente al mío. Te intervengo muy bien y profesional esa “rajita” por la que orinas. Y luego, yo te enseño como otras veces mi “cosita” larga por la antes alejaba orinando una barbaridad. Ahora no nos va a ver nadie. Estamos en tu casa. Nadie nos va a regañar. Y nos damos besos en la boca. Anda no seas tan negativa y déjame que te opere como lo llevo haciendo desde que teníamos menos de siete años. Mira mi “cosita” tan caída hacia abajo porque tú no me besas y no me dejas que te opere jugando a los médicos en esa “rajita” que yo amo con locura ¿Te metes en tu boca mi “cosita” para que se ponga grande? A mí me da mucho gusto. Me creo que me voy a orinar. ¡Anda, Mari Pili! Se buena y vamos a jugar como siempre. Yo te quiero. Soy tu novio. Y me casaré contigo cuando seamos grandes- le dice Manolito a su amiga Mari Pili, y con una salud de acero sueco y con casi noventa años a las espaldas.

-Manolito, que eres un guarro. Que eres un cabronazo que cree que todavía somos unos niños pequeños. Yo ya tengo más de ochenta años. Y para que lo sepas, se lo voy a decir a tu madre cuando me muera y me encarame directa al Cielo. Y antes se lo contaré al padre Fabián López cuando me confiese. No ves que no me puedes operar porque ya soy una mujer anciana. Cuando nos casemos, me operas mi “rajita” con tu “cosita” para tener niños que no vienen de Paris ni los trae la cigüeña. Y no te toques más la “cosita” porque igual se pone como un demonio con la cabeza en alto y te tengo que hacer eso que me enseñaste y que consiste en meterme tu “cosita” en mi boca y chupar hasta la extenuación. No eres más que un marrano que siempre está pensando en jugar a los médicos. Vamos a jugar a escondernos, juguemos al escondite normal, ese juego sin que me operes mi “rajita”. Y si me encuentras, que yo no tenga que meterme tu “cosita” larga en mi boca. La última vez te measte en mi boca y garganta, guarro, y después te cabreaste porque decías que yo había tenido la culpa de la meada- le contesta Mari Pili a Manolito con el mohín muy femenino y sensual de una niña pequeña con ochenta y nueve años.

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=19988