jueves 2 mayo
Granada CF  |   | Jorge Azcoytia

Baño de realidad para el Granada CF en El Sadar

Los rojiblancos volvieron a cometer los mismos pecados para encajar una nueva derrota

Budimir tumbó al Granada CF con dos goles. Foto: LaLiga

La lluvia no quiso perderse el duelo entre el Granada CF y Osasuna, añadiendo un grado más de épica al choque, que comenzó con ambos equipos algo imprecisos, tratando de adaptarse a las condiciones climáticas. Lejos del inicio fulgurante que firmaron ante el Barça, los granadinos comenzaron más reposados, intentando madurar el partido, consciente de la dificultad que entraña doblegar a los de Arrasate.

Aunque el partido parecía anestesiado, en un tramo de tanteo, las grietas en la muralla rojiblanca volvieron a aparecer de forma inesperada, evidenciando la debilidad defensiva del Granada CF, que encajó el 1-0 a los 11 minutos tras un pase filtrado que aprovechó Budimir para batir a Ferreira, obligando una vez más a los nazaríes a tener que remar contra corriente.

Los de Paco López apretaron los dientes y trataron de reaccionar de forma inmediata, pero el tiro de Gumbau fue despejado por el meta rojillo, en el único acercamiento con peligro de los granadinos en el primer tramo del encuentro, donde no lograban encontrarse cómodos sobre el terreno de juego. Minutos después, Bryan trató de cambiar el guion del encuentro, pero no supo definir con acierto tras un slalom marca de la casa.

El Granada CF lo siguió intentando con más corazón que juego y cerca estuvo de encontrar el empate, pero una triple ocasión de Boyé, Álvaro Carreras y Bryan no encontró la recompensa del gol. El intermedio llegó con los nazaríes por debajo en el marcador, obligados a remontar en el segundo acto.

Tras el paso por los vestuarios, el Granada CF mostró su versión más intensa y vertical, decidido a cambiar el rumbo del partido, un ímpetu que no tardó en disolverse ante un Osasuna muy bien plantado sobre el césped. El conato de reacción terminó por fracasar poco después, cuando otro pase a la espalda de la defensa terminó con un penalti sobre Budimir, que él mismo se encargó de materializar para rubricar el 2-0, convirtiendo la misión de volver con puntos de tierras navarras en una misión casi imposible para los granadinos.

A la desesperada, Paco López trató de dar un volantazo, introduciendo en el campo a Uzuni y Puertas, cambios que apenas se dejaron notar de forma positiva. La posibilidad de arañar algo positivo de El Sadar se terminó de evaporar tras la rigurosa expulsión de Boyé por un pisotón sobre un rival, que suponía la capitulación definitiva de los rojiblancos, inoperantes lejos de Los Cármenes, donde siguen sin ganar.

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