Exigen a Junta y Gobierno que expliquen por qué arreglar el Museo Arqueológico "cuesta ahora casi el doble que en 2011"
La concejal del UPyD, Mayte Olalla demanda a las administraciones que detallen “cada céntimo” de sus inversiones y censura que el espacio se reabra sólo parcialmente
Mayte Olalla, concejal y portavoz del grupo municipal de UPyD en el Ayuntamiento de Granada, ha exigido a la Junta de Andalucía y al Gobierno central que expliquen cómo es posible que hayan cifrado en casi 360.000 euros el arreglo del Museo Arqueológico de la ciudad, cuando en 2011 aseguraban que las obras no costaban más de 210.000 euros, y ha demandado a las dos administraciones que detallen “céntimo por céntimo” en qué consisten sus inversiones y qué ha pasado para que se dupliquen.
“Este país vive bajo la sombra de la corrupción y nos vemos obligados a sospechar de todo y de todos”, razona la portavoz de UPyD, que no entiende que, en 2011, el por entonces delegado de Cultura de la Junta, Pedro Benzal, dijera que, para el arreglo de ese espacio monumental, el ejecutivo autonómico aportaría 60.000 euros y el Gobierno central invertiría otros 150.000.
Se suponía que con eso era suficiente. Sin embargo ahora, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Luciano Alonso, ha cifrado en 159.000 euros la cantidad que su departamento destinará a esas obras para el año 2015. Ese dinero se suma a los 200.000 euros que aporta el Ministerio de Cultura. En total, 359.000.
Siendo esto grave, peor aún es saber que con ese dinero, que casi duplica lo inicialmente presupuestado, ni siquiera se va a reabrir del todo. Sólo dará para arreglar la planta baja de la Casa Castril, pero no para la Casa de Latorre, el otro edificio que alberga el museo.
No acaba ahí la cosa: el museo se cerró precisamente por los problemas de la Casa de Latorre. Era para arreglarlos para lo que se suponía que hacía falta una inyección de 210.000 euros. “Se va a mantener cerrado aquello que supuestamente dio problemas y, sin embargo, se va a abrir la parte que supuestamente estaba bien”, recuerda Olalla, que no encuentra palabras para definir esa situación tan surrealista.
Se trata de una obra, recuerda la concejal, que en principio iba a tardar dos meses. Pero el caso es que el museo lleva cerrado desde mayo de 2010. Eso quiere decir que, en el mejor de los casos, van a transcurrir cinco años hasta su reapertura parcial. Olalla no tiene dudas de que ésta se realizará antes de las municipales “por motivos electoralistas, porque eso es lo único que le interesa a los dos grandes partidos”.
Mientras tanto, recuerda, al museo siguen acudiendo a diario funcionarios municipales que no pueden trabajar porque no hay actividad alguna, y el espacio continúa condenado al ostracismo, lo que impide que la ciudad disponga de un atractivo turístico y de las consecuencias que eso conlleva, como las mejoras para la hostelería o la posibilidad de más pernoctaciones de visitantes.
“Ya está bien de que jueguen con la ciudadanía, nos deben explicar con todo detalle por qué ahora hace falta casi el doble de dinero que hace cuatro años y por qué, para colmo, eso ni siquiera se traduzca en una reapertura completa”, protesta Mayte Olalla, que acusa a las dos administraciones de “echarse la pelota mutuamente” en lugar de haber invertido lo prometido a lo largo de estos años.
