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Granada registró cuatro ejecuciones hipotecarias al día en 2014
La cifra total de certificaciones ascendió a 1.658 durante el pasado año, según cifras de UGT
Las certificaciones por ejecución hipotecaria iniciadas e inscritas en los registros de la propiedad de viviendas en Granada, durante 2014, ascendieron a 1.658, lo que supone un 4,54 de media diaria. De esas 1.658 ejecuciones hipotecarias, 394 fueron de vivienda nueva, y 1.264 de vivienda usada.
En un comunicado, UGT Granada ha analizado los datos de ejecuciones hipotecarias, que según el sindicato "vuelven a constatar que, junto con el desempleo, la vivienda continúa siendo el otro gran campo donde se están dejando notar los efectos más negativos de la crisis".
Manuela Martínez, secretaria general de UGT Granada, ha señalado que estas familias granadinas han tenido que pasar por la desagradable experiencia de ver como sus viviendas son objeto de una ejecución hipotecaria. La mayor parte, ha dicho, no pueden hacer frente al pago de las cuotas mensuales de sus hipotecas porque han visto como la crisis económica se ha llevado por delante sus puestos de trabajo, con lo que la situación que viven es "un auténtico drama social".
Frente a ello, señala Martínez, el Gobierno continúa haciendo oídos sordos al clamor de la ciudadanía. Las medidas que anuncia y aprueba contra los desahucios o por la dación en pago, ha afirmado, no solo son propuestas electoralistas sin repercusión real sobre las familias, sino que además representan un insulto y una falta de respeto para todo este colectivo que padece los efectos de la crisis.
Según Manuela Martínez, la clase trabajadora está siendo la única perjudicada por las dos grandes lacras de esta crisis: el desempleo y los desahucios, que están propiciando que el ritmo de incremento de la población granadina que se encuentra en situación de pobreza y de exclusión social alcance ya el 30%.
La representante del sindicato en Granada ha exigido al Gobierno la inmediata puesta en marcha de medidas efectivas que frenen los desahucios y logren crear empleo de calidad, ya que no es posible que un gobierno democrático, elegido por la ciudadanía, rescate a las entidades financieras y a las grandes empresas mientras que deja que las familias trabajadoras se hundan en la actual crisis económica.
