lunes 29 abril
INFRAESTRUCTURAS  |   | Luis F. Ruiz - Noelia S. Lorca

Las calles que el trazado del Metro de Granada transformó

Al igual que sucederá con vías como San Ramón en Churriana de la Vega o Estación de Tranvías en Las Gabias, el paso de la línea uno cambió espacios en Albolote, Armilla, Maracena y Granada que ahora no se entenderían sin la presencia de las vías

Algunas de las calles de Armilla, Albolote, Maracena y Granada capital que cambiaron con la llegada del Metro. Fotos: Google

El inicio de las obras de ampliación del Metro de Granada por Churriana de la Vega transformará varias calles de esta localidad así como de Las Gabias para incorporar varias vías, como ya hizo en las localidades de Albolote, Maracena y Armilla así como en Granada capital.

En el caso de Churriana de la Vega hay calles como Santa Lucía o San Ramón que cambiarán las costumbres conocidas hasta ahora en este municipio, como sucederá con otros puntos como la calle Estación de Tranvías en Las Gabias.

La incorporación de la línea uno hizo peatonales algunas calles de estos cuatro términos municipales, obligó a cambiar los hábitos de aparcamiento en otras muchas e incluso ensanchó espacios a su paso.

Este es el repaso, de la mano de Google, del antes y el después de algunas de las calles que se transformaron con la llegada del Metro de Granada, en unas tediosas obras que se prolongaron durante diez años al estallar la crisis inmobiliaria y la mala planificación entonces de los trabajos.

Cambios en la calle Real de Armilla, que se transformó en peatonal con la llegada del Metro. Fotos: Google

Armilla

El trazado del Metro de Granada que llegaba hasta Armilla cambió por completo la forma de circular en el corazón de la principal ciudad del Área Metropolitana de Granada. Sucedió desde el inicio de su trayecto en la calle Presidente, junto al Ayuntamiento, en donde está la cabecera de línea y por la que se privó del paso de coches para que solo discurriera la línea uno, salvo para el acceso a vehículos particulares.

Algo similar sucedió con la calle Real de Armilla, por donde el Metro de Granada pasa en vía única y que era el punto principal de paso de vehículos dirección a Churriana de la Vega o de Las Gabias. En esta zona solo circulan residentes, bajo control de cámara; y peatones, convirtiendo este punto en un espacio más amable.

Aunque la Avenida Fernando de los Ríos obligó a combinar el paso de vehículos y coches, en este espacio se mantuvo la combinación entre ambos, algo que no pasó sin embargo en la calle Aristóteles, por donde también se limitó el paso a residentes y el Metro de Granada ocupó todo el ancho de la calle a doble vía.

La calle Andrés Segovia perdió la isleta central ajardinada con la llegada del Metro. Fotos: Google

Granada

Aunque es una de las zonas de expansión de la ciudad, cuando se construía el Metro también lo hacían infraestructuras y espacios nuevos como el crecimiento del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, el Hospital Clínico de Granada o la Facultad de Medicina, en torno a los que el Metro circula también por la Avenida de la Innovación o la Avenida de la Ilustración.

El entorno del Nuevo Estadio de Los Cármenes y el Palacio de Deportes perdió el bulevar central para el paso de vehículos a ambos lados y la doble vía, mientras que en la Avenida del Emperador Carlos V, el Metro cambió la circulación en la calzada dirección al Centro, quitando gran parte de los aparcamientos existentes en la zona.

Uno de los puntos que más controversia y polémica generó durante su construcción fue el cruce de Andrés Segovia y Avenida América, que el Ayuntamiento de Granada en 2009 obligó a Fomento a que fuera en superficie antes de adentrarse subterráneo en el Camino de Ronda.

Vista aérea de los cambios introducidos en el entorno de Renfe. Fotos: Google

Aunque su paso por debajo de tierra apenas cambió la forma de circular en una de las principales arterias de la ciudad, sí modificó el paso subterráneo de vehículos procedentes de la Avenida Fernando de los Ríos, de modo que solo podrían llegar al Paseo del Violón y no podrían incorporarse de nuevo a Ronda bajo tierra, como sí sucedía antes de las obras.

El Metro de Granada vuelve a la superficie en la Avenida de Fuente Nueva, donde se va incorporando para entrar a la zona de los Paseíllos e incorporarse en la calle del Profesor Adolfo Rancaño, ocupando espacios entonces destinados para las vías del tren y cambiando también la circulación en la calle Jaime García Royo, entonces sin salida hacia Rector Marín Ocete.

En Avenida Andaluces desapareció el espacio central de adoquines. Fotos: Google

Antes de llegar a la Caleta, el Metro también transformó el centro de la Avenida de Andaluces, donde entonces aparcaban vehículos y también los autobuses metropolitanos, mientras que en Caleta desapareció una isleta para facilitar la incorporación desde la calle Cisne.

Cambios en la Avenida del Sur, en la conexión con Caleta. Fotos: Google

Si una vía cambió con la llegada del Metro de Granada fue la Avenida del Sur, que con doble vía dejó solo un carril para autobuses y vehículos reservados, cuando antes era el punto principal de acceso a Granada para los vehículos procedentes de Norte por este punto, algo que tuvo que combinarse con posterioridad en la Avenida de Andalucía.

Las zonas ajardinadas del centro de la calle Luis Amador posibilitó la inserción del Metro, aunque perdiendo aparcamientos a ambos lados de las calles; mientras que parte del parque de la Avenida Argentinita se usó para el paso de las vías.

En la calle Sol y Sombra se redujeron los aparcamientos pero se mantuvieron los dos carriles para coches. Fotos: Google

Para su llegada a la estación de autobuses, el Metro obligó a reducir los aparcamientos para coches en el paso por la calle Sol y Sombra, mientras que parte de la organización de la Avenida Juan Pablo II también se modificó a ambos lados para que cupieran las dos vías de la línea uno.

Rotonda de la calle Iznalloz en 2008 y en la actualidad. Fotos: Google

Algo similar sucedió en la calle Iznalloz, camino del Cerrillo de Maracena y su conexión con las cocheras proyectadas. Esta zona de la ciudad, cuando se iniciaron las obras, estaba aún por crecer y desarrollar su expansión como ahora se la conoce.

El Metro en su conexión del Cerrillo con la entrada del término municipal de Maracena. Fotos: Google

Maracena

Pocos cambios se produjeron en el trazado del Metro ya hasta la Avenida de Maracena, en las proximidades del Cerillo, donde desapareció el bulevar central a su paso por Maracena, en donde en la Avenida Blas de Otero se expropiaron terrenos próximos al cementerio para que cupieran las vías.

Zona próxima al cementerio de Maracena y los cambios que ha registrado. Fotos: Google

Albolote

En su trazado hasta Albolote también se ensancharon las vías a ambos lados, para que cupieran los vehículos que circulaban en la GR3417 además de la doble vía del Metro de Granada.

Cambios a la entrada de Albolote, cuando comenzaron las obras y ahora. Fotos: Google

De este modo, sí cambiaron espacios para el estacionamiento de vehículos y desapareció una zona arbolada en el centro para que la ocupara el Metro de Granada.

Justo en la cabecera de parada, a la entrada de Albolote, se suprimió este cruce para crear una pequeña rotonda con la que ahora se regula el tráfico.

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