miércoles 8 mayo
Liga ACB  |   | JUANJO MARTÍN

Mimbres para la esperanza en el Palacio de los Deportes

El Covirán mejora radicalmente sus prestaciones tras la llegada de Moore y Caicedo, lo que le devuelve el carácter competitivo y le permite hacer sufrir a un Real Madrid que no encarriló su triunfo hasta mediado el tercer cuarto (62-82)

Las lesiones de Maye, Felicio y Todorovic habían dejado al Covirán Granada en una complicada situación, incapaz de competir en la Liga ACB. Tras los fichajes de Moore, Caicedo y Ndoye –este último aún ausente–, el conjunto nazarí ha recuperado el espíritu competitivo y ha colocado mimbres para la esperanza de una reacción más que anhelada, pues la zona baja está más cerca que nunca tras su octava derrota seguida, esta vez ante el todopoderoso Real Madrid (62-82).

Niang celebra con rabia una canasta suya junto a Moore. Foto: Álex Cámara

Con un Palacio de los Deportes de Granada a rebosar, el conjunto nazarí mostró renovadas energías en la Liga ACB. Los fichajes de Moore –titular– y Caicedo compensaron el déficit evidenciado en las últimas jornadas, en las que el cuadro de Pablo Pin se ha ido hundiendo poco a poco en la tabla por culpa de las lesiones.

Eso sí, sin Ndoye aún en la disciplina rojinegra, no había antídoto alguno contra Tavares. Los largos brazos del caboverdiano aparecieron siempre para rebañar los tiros de sus compañeros, mientras que su eterna sombra instauró en el bando local el pánico a penetrar en sus dominios.

Caicedo mostró ganas e ímpetu en su estreno con el Covirán. Foto: Álex Cámara

Los ocho puntos del ‘center’ merengue nada más empezar lideraron a los visitantes, si bien no pudieron ponerse por delante hasta mediado el acto (9-10). El aporte de Renfroe y Christian Díaz inspiró a un Covirán llevado en volandas por la grada. 

El Real Madrid concedió varias pérdidas y errores de la personal, así como un calamitoso 0/8 en triples de inicio en el choque. Esa sequía exterior finalizó únicamente sobre la bocina del cuarto, y con una ‘mandarina’ de Llull, como no podía ser de otra manera (14-19).

Más de ocho mil personas vibraron en el Palacio de los Deportes. Foto: Álex Cámara

El dinamismo exhibido por ambos conjuntos desaparció en el segundo cuarto sin previo aviso. Las imprecisiones se adueñaron del encuentro, hasta el punto de que no hubo ninguna canasta en juego durante casi cinco minutos. Sólo un tiro libre de Christian Díaz y otro de Cornelie alteraron el electrónico. Esa pausa la dinamitó el base canario del Covirán con un triple que forzó el tiempo muerto de Chus Mateo (18-20).

Rudy, quien regresó a la convocatoria merengue, anotó un lanzamiento exterior que se convirtió en el único materializado con el reloj en movimiento en los primeros nueve minutos del cuarto. El goteo de tiros libres distanció poco a poco al Real Madrid, que apretó las clavijas en defensa y cerró las vías de anotación del Covirán. 

Renfroe intenta mirar al aro pese a la enorme oposición de Tavares. Foto: Álex Cámara

Un tiempo muerto de Pin para preparar el último ataque del período resultó totalmente infructuoso. El Covirán extravió la bola y concedió sendas canastas fáciles de Hanga y Poirier, despegando ligeramente a los blancos justo antes del intermedio (24-32).

El Madrid podría parecer que lo tenía ya encarrilado, pero un 7-0 de parcial de inicio apretó de nuevo el marcador (31-32). Los anfitriones incluso se pusieron por delante gracias a Moore (35-34), aunque esa euforia duró demasiado poco para desgracia de la parroquia granadina. 

Pablo Pin hace indicaciones desde el área técnica a sus discípulos. Foto: Álex Cámara

Un par de fallos mínimos del Covirán –incluido un largo ataque en el que fallaron tres triples seguidos – y el leve despertar visitante propició un estirón casi definitivo (44-53). Otra canasta sobre la bocina del Madrid, en este caso de Yabusele y no exenta de polémica, colocó a los visitantes por encima de la decena (46-57).

El empuje merengue continuó al principio del último cuarto, completando así un parcial 2-13 con el que el partido quedó más que sentenciado (46-61). A partir de ahí, el Real Madrid navegó con viento a favor con mucha calma hacia una nueva victoria. En la orilla quedó el Covirán, al que las incorporaciones le han dado un nuevo aire de esperanza, algo más que bienvenido para un equipo que suma ya ocho reveses consecutivos en la Liga ACB.

FICHA ESTADÍSTICA

62 - Covirán Granada: Renfroe (17), C. Díaz (11), Bropleh (5), Moore (2), Niang (12) –cinco inicial– Vilá (-), Costa (2), Tomás (5), Iriarte (2), Caicedo (3), Martín (-), J. Díaz (3).

82 - Real Madrid: Abalde (-), Causeur (8), Hanga (2), Yabusele (8), Tavares (15) –cinco inicial– Fernández (6), Hezonja (4), Rodríguez (4), Poirier (2), Cornelie (1), Llull (12), Musa (20).

Parciales: 14-19, 10-13 (24-32 al descanso), 22-25 (56-67) y 16-25 (62-82 final).

Árbitros: Hierrezuelo, Manuel y Sánchez Mohedas. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 16 de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de Granada ante 8.028 espectadores (oficial).

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