Primera noche sin estado de alarma en Granada con calma tensa y dudas
La patrulla Dauro 30 de la Policía Local de Granada vive el inicio de la desescalada sin demasiados sobresaltos en una madrugada marcada por la lluvia y la incertidumbre con las nuevas normas
Granada ha vivido esta madrugada las últimas horas del estado de alarma y las primeras de desescalada por el coronavirus entre una calma tensa y dudas. Lejos de las imágenes que se han producido en ciudades como Madrid o Barcelona, la ciudad ha vivido la transición hacia el nuevo marco legal sin demasiados sobresaltos en una noche marcada por la lluvia.
Al menos es lo que les ha tocado afrontar al grupo Dauro 30 de la Policía Local de Granada, uno de los grupos de apoyo cuyas funciones son amplias y que ha velado por el cumplimiento de la norma sin mucho trajín, fruto fundamentalmente por el hecho de que la presencia de personas en las calles no fue ni más ni menos que otros fines de semana en general y sábados en particular.
Las noches de Granada durante el estado de alarma se han focalizado en dos puntos los fines de semana: la calle Ganivet y el entorno; y Pedro Antonio de Alarcón, que ha 'resurgido' como enclave de ocio y éxito para los empresarios y angustia para los vecinos.
En estos dos puntos estratégicos se centra la labor de unos agentes que comentan cuáles pueden ser las opciones por las que la presencia de personas este sábado por la noche y domingo de madrugada no fue ni mucho menos la que podría esperarse para una ciudad que dio la vuelta a España justo antes de declararse este estado de alarma con fiesta desbordada en la calle Ganivet.
En este mismo punto la afluencia de personas es elevada, fundamentalmente en la calle Moras, donde en apenas cinco metros de anchura se concentran todas las ganas de diversión de los más jóvenes de la ciudad. Pero la presencia no es mayor por acabar el estado de alarma.
Primer cierre, en la medianoche
Aunque la norma ha dejado abierta la posibilidad de poder abrir establecimientos de ocio hasta las 02.00 horas, la primera gran duda a resolver es si Granada, al estar en el nivel 4, puede o no acogerse a esta medida, algo que el BOJA deja bien claro y que los locales no tienen tanto.
Es por ello que este grupo del Dauro 30 se encarga de dar apoyo a los agentes que corroboran qué tipo de licencia tienen y si pueden estar abiertos más allá de la medianoche, algo que en Ganivet no supuso ningún problema.
A los establecimientos se les pide qué tipo de documentación tienen y si incumplen la norma se les obliga a desalojar el local si así procede, con el respaldo de estos agentes de la Policía Local de Granada, que entre esta función también son requeridos para peleas y momentos de tensión.
Y es que el alcohol hace su trabajo cuando la noche cae, pero esto ya ocurría antes de que decayera el estado de alarma. Solo en la tarde de este sábado la Policía Local de Granada tuvo que atender al menos media decena de trifulcas en las inmediaciones de los locales de Pedro Antonio.
Cierre sí o sí a las 02.00 horas
Precisamente es en esta calle donde los agentes son requeridos por otra reyerta en plena calle, en la que registran y toman la documentación a los participantes. Esto sucede cuando ya se puede estar en la calle pero, sin embargo, todos los locales deben permanecer cerrados.
Sin embargo, los puntos de comida de la zona no tienen puntualidad inglesa, lo que obligó a los Dauro 30 a recordarlo uno por uno. Algunos tiraron de excusas y jusitificación, lo que les provocó la advertencia de los agentes.
Pero es la lluvia la que se convierte en el mejor aliado de esta primera noche sin estado de alarma en Granada. Y es que el aguacero ha reducido a mínimos los botellones o la presencia de personas en las calles después de pasar su primera noche de fiesta con más libertad que la anterior.
Será dentro de unos días cuando se puedan comprobar las consecuencias, para bien y para mal, que tiene la desescalada en Granada, una ciudad que vive con tensa calma la transición hacia la ansiada normalidad.
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