Un estreno brillante
El inicio de la Semana Santa con cinco hermandades deja las calles a rebosar, un tiempo radiante y la ilusión del primer día
Llevaban 350 días los cofrades esperando para poder estrenar su Semana Santa de Granada y lo hicieron de forma multitudinaria. El Domingo de Ramos de Granada no ha podido abrirse de la mejor manera posible, con buen tiempo en las calles, amplios cortejos y rincones abarrotados para presenciar el discurrir de las hermandades desde la primera hasta la última.
No hubo rincón por el que pasara una cofradía en la tarde de este domingo donde cupiera más gente. Visitantes y granadinos se volcaron con el discurrir de las hermandades, en las que el sol fue claro protagonista y contribuyó a la lucidez de las hermandades, aunque cuando la noche cayó Granada 'abrió' sus ventanas y la brisa primaveral cogió el testigo para bajar considerablemente el mercurio.
Pero ello no fue impedimento para que en el regreso de las distintas corporaciones también hubiera calor, y del bueno. Y es que esta Semana Santa de Granada que acaba de comenzar lo ha hecho sin mascarillas y sin el miedo -pero con respeto- de la ciudadanía al coronavirus, por lo que regresaron las bullas de barrio, como la que vivió la Virgen de la Victoria en su llegada a Santo Domingo.
El palio de la 'novia' del Realejo como cada Domingo de Ramos lució de forma excepcional al estar restaurándose el original, pero su manto blanco impregna de lucidez cada rincón por el que, acompañado del imponente paso de la Santa Cena, discurre esta hermandad con la que se abren las puertas de una semana intensa en el barrio realejeño.
Emoción en la Borriquilla
Sin duda alguna el momento más esperado cada Domingo de Ramos en Granada es la salida de la Borriquilla desde San Andrés. Ese minúsculo espacio de apenas una fila de gente que permite ver a unos pocos privilegiados, de frente, cómo se pone en la calle el primer paso de la Semana Santa de Granada.
Con la llamada tradicional a las puertas del templo, un inmenso 'río' de niños hebreos fue cogiendo calle y ganándosela para demostrar el futuro que está por venir en la pasión granadina. No es para menos que la cofradía haya dedicado una plazoleta a todos los que fueron, a los que son y a los que serán.
En el sitio más próximo a Elvira, en pleno corazón de cada estación penitencia de Granada, llegó el turno a Jesús Cautivo y María Santísima de la Encarnación. Corren nuevos tiempos en la hermandad franciscana y ello se hace notar en cada paso que se da, pensando sobre todo en los deseos de que dirijan hacia la Plaza Alonso Cano.
La hermandad recibió los rayos de sol sobre el Sagrario como el camino a seguir, con sumo cuidado y de frente, en una salida y sobre todo regreso que no olvidarán los devotos de estas dos imágenes con tantos fieles en la ciudad.
Reencuentro en San Antón
Y si hay otro momento que marca el Lunes Santo de Granada ese es el que impulsa el encuentro en la calle San Antón de Granada entre los titulares del Despojado y la Hermandad de San Agustín, a la que este Lunes Santo toca aparecer en Granada.
Si a la amplia comitiva de capillos blancos del Despojado le sumamos las plumas de su Banda de Cornetas y Tambores, las calles no pueden estar más inmaculadas. La agrupación musical celebró 30 años junto a su cofradía, en las calles, volviendo a conquistar el oído de los cofrades.
Desde San Pedro y San Pablo llegó el momento de la Hermandad de Jesús de la Sentencia y Las Maravillas, que también dotó de buen hacer a la orilla del río Darro y la Alhambra, ofreciendo esa instantánea única en Granada en la que es la calle más bonita del mundo.
La cofradía fue encontrando paso a paso el arropo de los cofrades granadinos, para poner un colofón de oro al Domingo de Ramos mil veces soñado y que deja un gran sabor de boca para comezar.