La helada Universiada de Granada
Promoción granaína. Se me pasó en un último repaso, aquello de promocionar Granada en Madrid a los medios de Granada para que la gente visite Granada. ¿No les parece absurdo? Todos los años las instituciones participantes y pagantes que acuden a la feria internacional de turismo deciden invitar a los medios granadinos y promocionar Granada a los granadinos, como si eso fuera necesario, así como pagar especiales y páginas pseudopublicitarias en los medios impresos, cuadernillos, monográficos y publicidades destinadas al público granaíno. Es una especie de fanfarronada, de acción de imagen que consiste en montar un escaparate sobre la promoción
de la ciudad y la provincia para la misma ciudad, mirarse en el espejo y decir lo bien que se promocionan y luce en Madrid. Y se fueron al Ritz, a invitar al mailing cerrado de las instituciones granadinas, del Ayuntamiento y la Diputación, o sea del PP, para presentarles la gastronomía granaína. Bocas pagadas, que se apresurarán a comentar lo bien que han comido a nuestra costa y la del esfuerzo de los restaurantes participantes. Pero son empresas privadas y ellos sabrán de lo suyo. Lo verdaderamente sangrante es que se gasten el dinero público en promocionar Granada en los medios granadinos para presentarles lo bien que nos promocionamos. Es como aquella escena de Pulp Fiction, la de “vamos a dejar de chuparnos la p. y solucionar el tema” ¿No sería mejor gastarse ese dineral en un buen monográfico en The New York Times, en invitar a la prensa extranjera y especializada a Granada para que relate sus excelencias? Me he enterado de que La Alpujarra es muy atractiva, así como la Alhambra y el Albaicín, y de que en Granada se puede ir de tapas y comer un buen jamón. ¡Qué novedad!
Universiada helada. Otra percha que se cae. Las expectativas que se levantaron hace años sobre la celebración de la Universiada se han quedado en nada. Unas pruebas de esquí y estadios con sus puertas abiertas para asistir al curling o al patinaje artístico, y todo gratis con tal de que se llenen los pabellones, esos que no quedarán muy altos. Hasta tres responsables de este evento se quedaron en el camino ante las dificultades para su organización. Ya no cuelan en esta ciudad esas grandes quimeras tipo Granada 92 o capitalidades culturales, exposiciones universales y demás iniciativas tendentes a solventar, con la excusa de su organización, las necesidades granadinas. Eso sí, una vez más los medios de comunicación se doblegarán ante la amabilidad de las instituciones que soltarán la pasta para las páginas publicitarias de esta Universiada, que será magnífica y de excelente organización según el desembolso realizado, o sea previo pago. Y a mirar para otro lado si hay escándalo, porque el que paga manda. ¿Y de Granada? Pues nada, la hojarasca de una semana, el paso a toda velocidad de los yanquis de ‘Bienvenido mister Marshall’, y los granadinos con la banderita universitaria y la cara fría, helada, y luego al regreso a la normalidad y a pagar los esfuerzos excesivos realizados. O sea un Erasmus pero con nieve y de todo el mundo, o casi todo.
Matrícula ‘Universiada’. Mientras la cinco veces centenaria institución universitaria granadina pone todos sus recursos en la Universiada, los estudiantes se lanzan al crowdfounding para poder pagar sus matrículas sin que a nadie se le mueva un músculo de moral y dignidad. Las tasas se han disparado, pero siempre hay un listo en estas cosas: la banca. No sé si han recibido alguna carta de la UGR, verán que algunos de los sobres usados lucen el logo sombreado del Banco de Santander, el mismo que ofrece becas a bajo interés. Un amigo fue víctima de una de ellas y ha llegado a ser catedrático, pero con el crédito todavía encima debido a los intereses, pero ya saben que todo lo hacen por la cultura, la educación y demás fines altruistas, como la Troika, esos ‘hombres de negro’ que en Grecia se han quedado en blanco.
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