viernes 17 mayo
Opinión  |   |

La sanidad en venta

Llamamos “estado del bienestar” a una forma de organizar la sociedad en la que los gobiernos cuidan de la gente. Es un modelo solidario, donde la mayoría paga impuestos para que todos y todas estén protegidos. Lo fundamental no depende de tu capacidad económica: el instituto de tu hija, la operación de rodilla, la pensión de tus padres. En el resto del mundo la gente se divide en una inmensa mayoría que no tiene nada de esto y una minoría que tiene que ahorrar para pagar las cuotas del colegio, el plan de pensiones y el seguro médico. Se nos olvida el privilegio que supone vivir bajo un sistema de protección social y lo difícil que es mantenerlo.

El Partido Popular lleva años intentando convertir los servicios públicos en un negocio. El PP colabora con bancos y compañías de seguros para debilitar la seguridad social y favorecer los planes de pensiones privados, alimenta el discurso de que el sistema de pensiones es insostenible. Fomenta la creación de universidades privadas, como acaba de hacer en Andalucía. Y, desde hace años, privatiza todo tipo de servicios sanitarios siempre que gobierna. Lo hace porque no cree en lo público y porque detrás de todo esto hay un negocio millonario y están en juego los intereses económicos de las grandes empresas y las élites familiares de apellidos compuestos.

Saben muy bien cómo hacerlo. Ya no se privatiza por decreto ni se pone un cartel de “se vende” en la puerta del hospital, sencillamente se deja morir. El Partido Popular empeora a propósito la calidad de los servicios públicos para que los ciudadanos prefieran la oferta privada. Los seguros médicos han aumentado en España un 20% en los últimos 5 años, ya lo tienen 12 millones de personas. El deterioro premeditado de la sanidad pública produce desconfianza en el sistema e invita sutilmente a pensar en alternativas. Por eso, el modelo sanitario del PP tiene dos características fundamentales: la falta de personal y la privatización de los servicios. Primero se genera el problema mermando las plantillas y poniendo al límite al personal sanitario, y después se pone sobre la mesa una solución basada en la sanidad privada.

Este es el modelo del PP de siempre. El de Ayuso y, ahora, el de Moreno Bonilla quien acaba de aprobar una norma que permite derivar la atención primaria a centros privados, fijando incluso las tarifas a cobrar. El médico de cabecera será una empresa. Ante la falta de contestación, van desmontando el sistema sin que nos demos cuenta. El gasto público sanitario consistirá en pagar las facturas de las compañías de seguros contratadas por la Junta de Andalucía. Y, cuanto peor funcione lo que hay, más apoyo social tendrá esta “ayusización” del sistema.

Por eso no hay quien reconozca a la sanidad pública andaluza. En Granada, por ejemplo, hemos pasado del “dos hospitales completos” a no cubrir ni los mínimos. Algo no funciona si la primera cita disponible para el médico de cabecera es dentro de quince días o si tardan ocho horas en atenderte en urgencias. Ayuso ya habla de un modelo de atención primaria basado en la vídeoconsulta y en la enfermería: reducir el gasto público y pagar los conciertos privados. Es a lo que vamos.

Estamos perdiendo esa asistencia sanitaria, gratuita y de calidad de la que presumíamos hace años. El PP está vendiendo la sanidad, una parte fundamental del modelo de protección social en el que queremos seguir viviendo. Siempre habrá una oferta privada para quien quiera pagarla, pero los gobiernos deberían defender lo público. La sanidad, la educación y las pensiones públicas no son simplemente “un modelo de gestión”, son la base de una sociedad más justa y más igualitaria. Forman parte de lo que somos y no están en venta.

Publicidad
©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Columnista
Pablo Hervás

Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=222846