Luna creciente (Cucas) (2-10-2015)
Cucas
La Penitenciaria de Albolote, la ergástula que llamaban los ciudadanos del Imperio de Roma a la trena o a la cárcel o a la sombrea de un bambú, ese penal que dicen que está masificado, ahora aún lo está bastante más. Están investigando, serán los biólogos pertinentes o los desparasitadores o los que erradican sabandijas, si existe una plaga de cucarachas. Las famosas curianas en términos coloquiales. Unos bichejos que a las bellas damas les da espanto al verlas correteando por los pasillos, las cocinas o las despensas de las viviendas en las que se suele barrer y fregar poco. Penados y cucarachas. Internos y curianas. ¿Se barre y se friega poco en la Penitenciaría de Albolote? Las cucas son unos bichitos sociales. Y ya que les gustan los lugares en los que viven los humanos que son algo guarritos de condición. Son casi planas con varias patitas. Y existen de un color oscuro que, a veces, es tostado tirando a un rubio turbio. Y si se pisan, ¡coño!, suenan con un chasquido que suelta un líquido parecido a la crema catalana de algunos pasteles. Y vuelan. Ya solo le falta a la Prisión de Albolote, en sus módulos masculinos, que un recluso se quede preñado. Y a tenor de la cantidad de cosas raras que en esta penitenciaria ocurren. Que putas son las crisis económicas. Putísimas.
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