Luna creciente (Corpus II) (3-6-2015)
Corpus II
Las personas no importan. Y ya que lo que debe de importar son las ideologías y el programa con el que se quiere gobernar y administrar a la ciudadanía de un país, una región, una ciudad o una localidad más o menos pequeña. Aunque a las personas de los partidos políticos las elige el pueblo soberano, y esta ciudadanía electora es la que debe de quitar a las personas con sus votos. Un andoba es aquel menda al que no se quiere nombrar, pero que es una persona concreta con DNI. Un pollo tomatero que en estos días se va de casetas al Ferial para beberse vinazos en copas apropiadas, comer lo que corresponda y también más tarde escanciar otros bebedizos más espirituosos en copas largas o grandes y rechonchas. Y mientras las “sevillanas” le machacan las neuronas con la primera, la segunda, la tercera y la cuarta. Y mirándolo a los ojos. Un suplicio tártaro como otro cualquiera. Las personas no importan. Y ya que lo que debe de importar es esas ideologías que parece que ahora están al servicio del dinero y no del pueblo soberano. Las personas no importan. Y ya que lo que debe de importar es el programa para gobernar y administrar a la ciudadanía toda, y buscando sus intereses. Unos intereses ciudadanos que en una ciudad pasan por dar los servicios que asegura el Estado Social, ese también llamado del Bienestar. Y que se está perdiendo a levas forzadas, y porque al Capital le importa un bledo los andobas o los mendas ciudadanos. Pelillos a la mar. Y no importa el alcalde si Granada sale de su guarida de siglos en la puta penumbra económica, social, cultural y política. Esperemos que con las bullas feriantes y las festividades corpusinas, quizá comiéndose y bebiéndose la Biblia en Pasta, se llegue al pacto que necesita Granada y no al de la personificación de los pollos, mendas, o andobas políticos, y porque esos son de quita y pon y no se deben fosilizar.
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