Luna creciente (Dos españolitos andaluces de a pie) (12-9-2014)
Dos españolitos andaluces de a pie
Paco y Pepe son dos españolitos de a pie, andaluces por más señas y olé, que están bebiéndose unas cervezas fresquitas en la taberna recoleta de su pueblo. Su pueblo es una localidad andaluza también recoleta en la que el desempleo hace estragos y en la que los desempleados beben porque desde pequeños les enseñaron que con el alcohol se quitan las penas. Aunque después las penas vuelven con mucha más virulencia y gran resaca. -Oye tío, que la jueza Alaya, una mujer de verdad con dos ovarios y mucha preparación jurídica, ha imputado a Dios en lo de los ERE. No veas lo que se va a armar. ¿Y Dios no es rojo porque está con los pobres? Con lo de los ERE, igual la jueza imputa también a Jesús de Nazaret, que dicen algunos que también es rojo- le dice Paco a Pepe. -Me tiene preocupado la jueza Alaya, la que tiene mi respeto y admiración, y porque quizá no dure de jueza todo lo que debería de durar. Hacen falta muchos servidores de la Justicia como ella. Es posible, eso, que la jueza impute hasta a don Pablo Iglesias, que en paz descanse, y para ver si algún socialdemócrata dimite- le contesta Pepe a Paco. -Yo tío, si no lo estuviera viendo y escuchando no me lo creería. Salen los imputados en los telediarios tan sonrientes como si estuviesen en la “televisión rosa”, esa que cuesta trabajo comprenderla porque se dedica a despellejar a las criaturas humanas sin piedad alguna. Mira que si la jueza Alaya imputara a algún político extranjero en lo de los ERE… Seguro que el político dimitía- le vuelve a decir Paco a Pepe. -Oye macho, que algún día dimitirán los corruptos. Se le puede cruzar un cable a un espadón y España volver a otra asesina dictadura durante cien o dos mil años- le remacha Pepe a Paco. No es bueno beber alcohol, pero es entendible con tanta ruina.
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