Luna creciente (El dormitorio) (10-9-2014)
El dormitorio
De lunes a viernes, todas las mañanas, soy usuario del transporte público que me trae a Granada para trabajar y me devuelve a mi casa para descansar. No tengo automóvil ni ninguna intención de poseer uno. No disfruto conduciendo. Y no deseo que un idiota me quite de vivir estrellándose contra mí o que una avería haga que yo me estrelle contra un árbol. Y también todas las mañanas de lunes a viernes, observo que en donde están los cajeros automáticos bajo techo de una entidad bancaria de mi localidad adoptiva en el Valle de Lecrín, cierto como que el sol nos alumbra a todos por igual, allí duerme un ciudadano de color, africano por más señas, y sin que hasta ahora nadie realicé ninguna gestión para que este ciudadano duerma en una cama decente y digna de la condición de un ser humano. El alcalde que allí gobierna y administra, aupado por el Partido Andalucista, nada ha realizado. Ni la noble y leal oposición del PSOE. Ni los Servicios Sociales. Ni el cura párroco. Ni los ricos del lugar. Nadie ha hecho nada para que este ciudadano de color no duerma en el mismo suelo de una entidad comercial y económica del Libre Mercado del feroz Capitalismo. Nadie ha hecho nada. Ni yo hecho nada. Y porque solo escribo estas letras que denuncian la situación del ciudadano de color que duerme en el suelo de una entidad bancaria que se dedica a ganar dinero con el negocio dinerario. Es una vergüenza objetiva lo que está ocurriendo en nuestras sociedades cada vez más deshumanizadas. Recuperación económica: mentiras y más mentiras. Y porque solo se están recuperando las entidades bancarias a las que se le prestó el dinero que pagamos los ciudadanos. Es un horror. ¿Nos preocuparía ver a nuestros hijos durmiendo en el suelo de un pasaje urbano, en un solar abandonado, en el soportal de una vivienda?
Publicidad
Popular ahora
