Luna creciente (Honores y distinciones) (2-2-2015)
Honores y distinciones
Al hacerse palpable y oíble el silencio, la Vía Láctea enmudeció, una voz de barítono clásico surgió de aquella terráquea masa humana de admiradores del ministro de Educación de las Españas. La voz brillante y maravillosa de barítono clásico retumbó por encima de los planetas todos y de las lunas crecientes y menguantes, y de su calidez surgieron estas palabras: “Al ministro J. I. Wert, hay que darle todos los honores y distinciones. Hay que ensalzarlo. Dignificarlo. Magnificarlo. Poner de manifiesto su trabajo excelente en pro de que cada vez los grados universitarios sean más cortos en las universidades públicas. Y que por el contrario, se implanten muchos más master que cuestan un riñón de los estudiantes y otros dos de sus progenitores. Para entendernos
-entonó la voz del barítono-, los grados deben de ser de dos o tres trimestres en toda la carrera, quizá menos trimestres, y los master serán de varios años. Y pagados a tocateja los master porque no son públicos ni gratuitos. Y así, se eliminan los estudiantes menos favorecidos por la abundancia económica y el desenfreno del euro fácil y grácil. Este ministro -continuó la voz del barítono-, es un sabio José Ignacio que solo pretende que la Universidad pública vuelva a los estadios de los tiempos posmedievales. Y esto hay que reconocérselo con honores y distinciones de todo tipo. Medallas. Títulos. Diplomas. Condecoraciones. Y que sea nombrado marqués de Wert&Wert. Carreras universitarias cortas gratuitas y master largos privados que se pagan. Y las becas con lupa, vayamos a masificar las Universidades públicas, existiendo las Universidades privadas tan caras
-enmudeció la voz del barítono-”. Sí. Sí. Sí. Se alzaron las voces de los estudiantes pobres españoles.
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