Luna creciente (La política no es un arte) (6-8-2014)
La política no es un arte
No es un arte la política. La política es la imposición de unas ideologías y la supremacía fiera de una casta social sobre otras en lo cultural, político, económico y social en un municipio, comunidad autónoma o país. Y punto pelota. No hay más explicación. Y se toma, o se deja. Aunque no queda todo ahí, ni mucho menos, y porque las luchas internas en los diferentes partidos políticos son tan cruentas que dejan muertos políticos por doquier. Si no estás conmigo, estás contra mí. No existe la crítica interna en los partidos políticos. No. Y no va a existir nunca. El que manda, manda. Y los demás deben obedecer. No existe la democracia interna en los partidos políticos. Ni va a existir jamás. El poder se conquista en las formaciones políticas cortando cuellos, los cuellos de los que pueden hacer sombra o que pueden darle la vuelta a la tortilla del poder interno. Por eso, la gran pregunta siempre es la misma: ¿Y cómo pueden gobernar y administrar las cosas públicas de un municipio, una comunidad autónoma o un país esos partidos políticos que no tienen democracia interna? No es un arte la política, pero sí son unos artistas los políticos todos. Por esto y por muchas más cosas que son inconfesables, los políticos se perpetúan adentro de las formaciones políticas como dictadores de tomo y lomo que conforman una “dictablanda”. Aunque la peor de las democracias, siempre será preferible a la mejor de las dictaduras. Mucho cuidado con el calor, y porque pone las cholas como orzas de grillos. Menudo follón político es el que tiene montado el PP en el municipio de Vegas del Genil. La gaviota agrícola y fluvial, parece que vuela alicortada. El alcalde y concejales, metidos en una leonera en la que los mordiscos son felinos.
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