Luna creciente (Los mítines políticos IV) (13-3-2015)
Los mítines políticos (IV)
La luz de Granada es como la llama viva de un bello fanal nazarí que brilla celeste por la acción de un sol inigualable. Aunque es una luz apagada, otras veces muchas, por la mecánica cuántica de una ciudadanía anclada en la edad de la piedra monumental que es visitada con admiración por los exógenos con ojos llegados de otros exóticos y últimos rincones planetarios. ¿Podemos? Quizá se pueda… Desde la física y la química política de que nos hace falta un cambio político, ese cambio que llevamos esperando desde que el PSOE ganó las elecciones del año 1.982 y se dedicó a afanar presuntamente las arcas públicas de todos los rincones españoles, es posible que se pueda llegar a ese cambio con gentes nuevas que no son casta, pero que podrían serlo cuando el dios dinero fácil abunde en sus bolsillos, cuando el dios poder se materialice en chalés, cuando sean los ropajes más caros de 40 euros, cuando unas empresas propias asesoren al Espíritu Santo, cuando se posean bellísimas novias de piernas tan largas y estilizadas como las vías del tren y cuando se tengan apetencias particulares de tipo capitalista, cacique y burgués. En estos instantes mitineros, los gorriones siguen copulando con las gorrionas de acero. Y las palomas, esas que solo deberían ser sirvientas de la paz, vuelan como las cabras desperdigadas por los cerros montaraces urbanos. “Yo os aseguro, ni lo juro ni lo prometo, que con Podemos las cosas van a cambiar. Y no digo nada más porque luego se malinterpretan mis palabras en algunos medios de comunicación que mienten como putos bellacos que solo buscan la rentabilidad económica y no el social deber cultural de informar con la verdad siempre por delante”, dijo el candidato de Podemos rascándose su mejilla de ciudadano serrano y de profesor josé luis universitario que tiene el grado de catedrático. Sí se necesita un cambio que eche a la puta rue a los ladrones corruptos.
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