Luna creciente, miércoles día 12
Es recurrible, pero la Junta de Andalucía deshoja la margarita de recurrir o no hacerlo. Nos referimos a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), y dado que ha emitido un fallo avalando la viabilidad medioambiental del proyecto de un teleférico desde Granada a Pradollano en Sierra Nevada. Y el alcalde de Granada, el señor Torres Hurtado, don José, aduce que la Junta debería de no dar “más por el pairo” y no estar al pairo de la negatividad solemne y perenne con la ciudad de Granada. Y a la vez, el edil mayor granadino anima a los empresarios para que retomen el proyecto que está paralizado desde el año, creemos, 2006. Esto es. Todo es posible en Granada. Todo no es posible en Granada. Y así se escribe la historia y la intrahistoria de Granada. ¿Y no es mejor un aeropuerto internacional en Pradollano que se llame Federico García Lorca II? En la ciudad de Granada se pueden acometer infraestructuras mayestáticas y dignas de pasar a los anales de las obras públicas ejemplares. Un ejemplo: Una base de submarinos nucleares en el tramo del río Genil entre las localidades de Pinos del Genil y Cenes de la Vega. Otro ejemplo: Unas bellísimas escaleras metálicas gigantes como acceso a la Alhambra y Generealife. Otro ejemplo: Un helipuerto, no hace falta que sea internacional, en la Plaza de las Pasiegas para poder acceder los turistas a la catedral granadina. Y un último ejemplo: Una tirolina indiana de corte moderno y occidental que cubra el espacio religioso entre el cielo y el infierno al que van los políticos de esta ciudad de almendras garrapiñadas tan amargas como cicuta o la hiel de las hienas. Mi padre me decía que tonterías las justas; o sea: ninguna tontería ni por activo ni pasivo.
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