Luna creciente (Música) (21-9-2015)
Música
Un violín ataca con la suavidad de su arco. Una flauta endulza los oídos con su sonido de silbo faunesco. La trompa resuena como una máquina de rayos y truenos. Y un piano es tan fresco y cantarino como un pequeño riachuelo que ensalza las notas como el agua da vida a las criaturas de la naturaleza. Toda una orquesta es la maquinaria de un reloj musical que fabrica música excelsa. Y la batuta de su director es los ojos y la mano que conduce la musicalidad al destino inmediato: los melómanos que escuchan arrobados. La Orquesta Ciudad de Granada (OCG), ha cumplido 25 años sin que las instituciones hayan sido capaces de silenciarla. Felicidades. Un éxito total. Y ya que luchar contra la administración local es ardua tarea. Y no digamos, el combatir contra un Gobierno de esos que son autonómicos. Aunque la guinda se la lleva la lid contra el Ministerio de Cultura de un Gobierno central. Tras instituciones del Estado han mordido el polvo hasta ahora, y porque la OCG sigue haciendo bellísima música con unas cuantas canas en sus metales, sus maderas, sus vientos, sus cuerdas, sus percusiones y todo lo demás que es musical y compone una orquesta sinfónica. Nuevas felicidades. Y porque este país (España), es poco musical y también poco, sus gentes, dadas a recibir ese preciado don cultural que la música. Al político cicatero y trincón, la cultura le importa un bledo.
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