Luna creciente (Observar) (18-9-2015)
Observar
Observar a las estrellas rutilantes que tintinean en el cosmos como pequeñas luciérnagas que están tan arriba en la Vía Láctea que parecen astros. El observatorio que no observa. La llamada de socorro para que los abnegados Bomberos den su opinión. El SOS para que la Policía Local, la que salvaguarda y ampara a la ciudadanía, dé su parecer. Y la solicitud para que el 061, el que evita que entreguemos antes de tiempo la cuchara, diga lo que le parece el Observatorio de la Movilidad. Observar como el presidente del PP en Granada, Sebastián Pérez, alega que no alega nada sobre si el actual alcalde de Granada, en el próximo mes de Noviembre se marcha a su casa como un clase pasiva que observa las lágrimas de San Lorenzo, los bólidos, en las noches estrelladas y sin nubes. Observar como los ecologistas en acción, impensable que cualquiera solicitase la supresión, piden que se liquiden los carriles para las bicicletas y se creen vías romanas para desplazarse de una localidad perimetral a la ciudad de la almendras garrapiñadas tan amargas como caminar por el desierto. Esta ciudad debe de estar de loca como una cabra astronauta en una estación espacial. Y me refiero locos a sus ciudadanos, a sus políticos, a sus religiosos, a sus culturetas y a sus vacas sagradas periodísticas. Sé que se me olvidan gentes, estoy seguro.
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